El grupo ecologista GOB ha defendido este martes la necesidad de que Baleares progrese en la diversificación y proteja su suelo y sus recursos hídricos y avance hacia la soberanía y la reducción de la dependencia del exterior, tras el informe del grupo de expertos del IPCC sobre el cambio climático.
El GOB ha subrayado en un comunicado que el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) vuelve a poner sobre la mesa que el escenario de emergencia climática «no casa de ninguna manera con el consumo de territorio y recursos derivado de la dependencia del turismo, especialmente grave en el caso de Baleares».
Los datos del informe señalan al hombre como responsable de que el cambio climático esté afectando a todas las regiones habitadas del mundo y provocando que los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales, se vuelvan más frecuentes.
El GOB recuerda que Baleares ya ha sido testigo de estos fenómenos «con la borrasca Gloria, la torrentada del Llevant o el 'cap de fibló' del pasado año cuyos efectos aún son visibles en partes de la Serra de Tramuntana».
Los expertos del IPCC avisan también de que ya se han dado cambios que serán irreversibles durante siglos o milenios, algo que el GOB contempla «con preocupación y frustración», ya que este mensaje no es nuevo y «no deja de ignorarse por parte de las instituciones públicas que tienen el deber y la responsabilidad de tomar medidas efectivas para revertir la situación».
Según la entidad verde, a estas alturas, la declaración de emergencia climática proclamada en Baleares «es papel mojado que ha quedado en simple retórica y aún no se ha traducido en una transformación real de las políticas».
El GOB considera «una contradicción» declarar la emergencia climática, pero mantener en las islas «antiguas políticas en materia de carreteras que no han supuesto ninguna transformación y mejora el transporte público, o la ampliación del puerto y el aeropuerto de Palma para ganar capacidad».
El grupo de ornitología advierte de que «cada vez queda menos tiempo y ya no se trata de resistir sino de evitar el escenario menos dramático».
«No podemos permitir que los fondos europeos Next Generation, que se venden bajo el paraguas de la sostenibilidad, sigan las dinámicas de mercado, priorizando el beneficio económico y empresarial y apostando por un modelo obsoleto y depredador del territorio», añade la nota.
El GOB pone dos ejemplos que ejemplifican esta situación en Baleares, como son la energía fotovoltaica, consumidora de suelo rústico, y la producción de hidrógeno verde en Lloseta, «donde se está poniendo el territorio al servicio de los intereses empresariales que ven como el beneficio económico está en las energías verdes o alternativas».
El grupo ecologista insiste «en la necesidad de ampliar la visión de la diversificación, una estrategia que va más allá de una legislatura y cuya debería ser el suelo y los recursos hídricos, con el fin de conseguir avanzar hacia la soberanía y la reducción de la dependencia del exterior».