El expresidente del PI, Antoni Amengual, ha atribuido a proyectos políticos personales de determinados dirigentes del partido, sin mencionar a Josep Melià, su inesperada dimisión como presidente de la formación. Ha asegurado que durante todo este año ha habido «deslealtades» por parte de algunos dirigentes del partido que han intentado tutelarlo. «Nuestro proyecto político ha chocado con proyectos personales y con personas que no han querido sumarse al consenso», ha dicho.
La figura de Melià ha sobrevolado toda la rueda de prensa. «Hay fidelidades tejidas hace años que taponan el crecimiento del partido. Yo no creo en fidelidades externas, sino en lealtades», ha dicho Amengual. «En el siglo XXI no se debe apostar por amiguísimos en cada municipio», ha insistido. «Esto no es un club de amigos venido a más», ha añadido la vicepresidenta, Lina Pons, que sí se ha referido de forma directa a los «melianistas».
El ya expresidente del PI ha señalado que durante estos meses han comprobado que no son una dirección de consenso, a pesar de haberlo intentado durante todo este año. «El deseo de consenso no existía», ha añadido.
El presidente ha comparecido acompañado por la vicepresidenta de la formación, Lina Pons, y el resto de miembros de la ejecutiva que han renunciado al cargo: Miquel Porquer, Gori Ferrà, Josep Franco, Catalina Riera y Sebastià Salas.
La ejecutiva del partido acordó celebrar un congreso extraordinario el próximo 25 de septiembre en el que se prevé que se repita la división que se acaba de visualizar en la formación. Amengual ha dicho que no se presentará porque abandona la política y también dejará su puesto de conseller en el Consell, pero se da por hecho que habrá al menos dos candidaturas, una por cada corriente enfrentada. Lina Pons deja su puesto portavoz en el Parlament y medita su dimisión.
Tanto Amengual como Pons han coincidido en que se van porque ahora no es el momento de promover «luchas intestinas». «Nos vamos para no hacer daño», ha señalado al actual portavoz de la formación en el Parlament, que ha reconocido que en el partido hay dos sensibilidades «que son imposibles de mezclar». Amengual ha añadido que la diversidad es positiva en los partidos, cuando no hay deslealtades, y ha opinado de forma directa que Melià no debe dejar el partido. «El partido no debe excluir a nadie pero hay gente que debería repensar su sitio y sus actuaciones», ha dicho.
«No vinimos a cavar trincheras ni a hacer luchas fratricidas, sino a tirar un proyecto colectivo. Podíamos haber cavado trincheras y eso sería lo peor, por eso queremos que se haga un congreso y que se presenten todas las candidaturas que lo consideren», ha añadido.
La posibilidad de pactar con Vox es otra de las razones que ha esgrimido Pons para explicar su renuncia. Ha asegurado que nadie en la formación le ha dejado claro que no se pactará con Vox y ha criticado el acuerdo alcanzado en Llucmajor con exconcejales del partido de Jorge Campos. «Yo quería que quedara claro el compromiso de que en ningún municipio se pactaría con Vox y no lo he conseguido», ha dicho.