La conselleria de Medi Ambient i Territori ha confirmado este martes que la población de águila 'coabarrada' es sostenible diez años después de su reintroducción en Mallorca, tras la extinción de esta especie en los años 70 «por culpa de la caza».
El Govern aprobó el Plan de Reintroducción de esta especie el 2009, después de desaparecer en Mallorca hacia los años setenta. Durante los primeros 6 años se establecieron seis parejas territoriales y nacieron once pollos. El hito más importante se consiguió el 2014 cuando nació el primer ejemplar en libertad de una pareja establecida a Mortitx y que, a día de hoy, sigue criando con éxito.
La evolución desde entonces ha sido positiva, según las conclusiones del último informe elaborado el 2017 por el Equipo de Biología de la Conservación de la Universitat de Barcelona (UB). A día de hoy la población cuenta con 40 ejemplares, entre los cuales se han establecido 9 parejas. Este año han nacido 5 pollos que serán identificados con emisores GPS para poder obtener información del uso que hacen del territorio, así como se hace con 23 ejemplares que ya lo llevan colocado.
El conseller Miquel Mir, el director general de Espais Naturals i Biodiversitat, Llorenç Mas, y el jefe del servicio de Protección de Especies, Ivan Ramos, han hecho balance, este martes, de los resultados del proyecto de reintroducción del águila de Bonelli (Aquila fasciata) en Mallorca que se inició hace apenas 10 años.
Mir ha destacado «el gran esfuerzo colectivo que hay detrás de un proyecto de esta envergadura» y que se ha resuelto «con gran éxito, propiciando que la población de esta especie protegida ya sea auto sostenible, con unos 40 ejemplares». «Proteger la biodiversidad es protegernos a todos, tal como ha demostrado la pandemia que desgraciadamente todavía estamos sufriendo», ha añadido.
El Servicio de Protección de Especies, la IBANAT y el COFIB han contado, por este proyecto, con la colaboración de la Fundación Natura Parc, Viñas Mortitx, Red Eléctrica y ENDESA. Entre el 2013 y el 2017 el proyecto contó con financiación europea a través del proyecto LIFE Bonelli que tenía el objetivo de recuperar la población en Mallorca y en la Península. Actualmente y hasta el 2022 se encuentra dentro del proyecto Aquila a-LIFE.