Una marea de jóvenes recorre ya de madrugada la calle Milán, junto al torrente que separa Palma y Llucmajor. Voces, cánticos y risas a las 01:00 de este miércoles sorprenden a los vecinos de la zona que observan como decenas de pequeños grupos vienen de la zona de la playa y se dirigen a la zona del bosque.
Algunos residentes aseguran que los jóvenes fueron dispersados mientras bebían alcohol en la playa de Palma y que, ante la acción policial, la ruta del botellón comenzó hacia otras zonas cercanas al torrente y menos transitadas.
Las autoridades policiales llevan días actuando contra estas aglomeraciones de jóvenes turistas que, ante el cierre del ocio nocturno, traslada la fiesta a la playa. Los vecinos se muestran molestos con la situación, ya que, ante la falta de sanciones más contundentes, lo que está ocurriendo es la simple itinerancia del problema a otros lugares.
A diferencia de Palma, en la zona del Arenal de Llucmajor, donde la Policía Local del municipio lleva ya unos días con el operativo de verano activo, no se han detectado botellones en la playa. Sergi Torrandell, inspector jefe del cuerpo, explica que las únicas molestias que le han trasladado los vecinos es el ruido de turistas que regresan a los hoteles o residencias vacacionales.
Más allá de estas zonas, la policía lleva días trabajando en la dispersión de botellones en distintos puntos de Palma.