«Es brutal lo que está pasando, está todo lleno de basura». Los trabajadores y empresarios del polígono de Son Castelló, en Palma, alzan la voz para denunciar los excesos de los botellones de este primer fin de semana sin toque de queda en Baleares. Miles de jóvenes con ganas de fiesta se concentraron en las principales calles de la zona industrial, las consecuencias: suciedad, basura y desperfectos. «Parece un estercolero», denuncian.
Ya no es sólo la porquería que dejan en la calle sino también los daños que algunos hacen a las empresas allí ubicadas, como el lanzamiento de botellas al recinto privado y sus consecuencias. «El lunes cuando abrimos es todo un desastre, está todo lleno de escombros y vomitados, incluso a veces encontramos gente durmiendo en el coche dentro de nuestro recinto», explica uno de los empresarios afectados.
Una situación que dicen llevar aguantando demasiado tiempo. «No es un problema nuevo, antes de la pandemia nos encontrábamos en la misma situación. Parecía que estos meses había mejorado pero ha sido levantar el toque de queda y encontrarnos con este desastre», asegura.
Ante esta situación, las empresas afectadas explican que la limpieza que realiza el Ajuntament de Palma no es suficiente y que cada vez que se produce esta concentración de jóvenes deben limpiar su propio recinto. «Esto implica más gastos, ya que hay que contratar a personal para que retire toda la basura antes de que lleguen los clientes. Hemos intentado hacer de todo y no hay manera, se necesita un mayor control policial», afirman.
Por su parte, la Asociación de Industriales de Mallorca (Asima) defiende las quejas de los empresarios del polígono y asegura que este «es una de sus mayores problemas». Desde la asociación piden una mayor vigilancia policial por las noches en la zona para los polígonos estén «en condiciones».
Balance del primer fin de semana sin toque de queda: más de 200 actas
La Policía Local de Palma ha levantado a lo largo del fin de semana alrededor de 200 actas por incumplimiento de las medidas anticovid, especialmente por botellones en la calle, el uso de la mascarilla y los horarios de bares y restaurantes. Según ha informado el Ayuntamiento de Palma, los operativos en colaboración con la Policía Nacional y los inspectores del Govern se han desarrollado desde el pasado viernes durante las noches y las madrugadas.
En este sentido, la madrugada de este lunes, han apuntado, ha sido «bastante más tranquila» que las noches del viernes y el sábado durante las cuales se tuvieron que desalojar una decena de botellones con centenares de personas reunidas.
En las últimas horas y desde el fin del toque de queda, los agentes y los inspectores controlan las reuniones multitudinarias con especial atención a los botellones, el cumplimiento de las ordenanzas municipales, la normativa sanitaria, el uso obligatorio de la mascarilla, el cierre de playas durante la noche, así como el cumplimiento de los horarios de los bares y restaurantes.