«Baleares da el primer paso hacia una mayor normalidad». Así lo ha asegurado este martes la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, cuando ha anunciado que desde este domingo se relajan las restricciones en la comunidad y se unifican para las cuatro Islas, que pasan al nivel 1 de alerta, en una escala de 0 a 4. Pero ha incidido también en que «entramos en una fase de responsabilidad individual», porque hay que «convivir con el coronavirus y no bajar la guardia».
El Govern balear ha anunciado este martes a los miembros de la Mesa de Diálogo Social, patronal y sindicatos, más medidas de relajamiento frente al coronavirus tras continuar consiguiendo muy buenos datos epidemiológicos, con una incidencia acumulada de 39 casos por cien mil habitantes.
Así, bares y restaurantes podrán abrir hasta medianoche, y no hasta las 23:30 horas como se había propuesto en un principio. En interiores el aforo pasa del 25 al 50 %, cuatro personas por mesa y exteriores pasa al 100 %, con un máximo de ocho personas por mesa.
La reuniones sociales y familiares se amplían: de 8 a 15 personas en encuentros en espacios exteriores privados y públicos y de 6 a 10 en interiores de inmuebles privados, sin límite de grupos de convivencia.
Además, en los espacios de culto se permite el cien por cien de aforo pero siempre asegurando la distancia de al menos 1,5 metros entre grupos de no convivientes. Mientras que los parques infantiles o espacios de uso público al aire libre similares podrán estar abiertos al público, salvo entre las 22.00 y las 06.00 horas. También se podrá permanecer en las playas, excepto en este mismo horario: de 22.00 a 06.00 horas.
Los gimnasios amplían su aforo también, pasando del 50 a 75 %. Y la actividad cultural se reactiva: cines y teatros aumentan su aforo a dos tercios. Los conciertos, grandes acontecimientos culturales y las competiciones deportivas podrán albergar hasta 800 personas en interiores y hasta 2.000 en el caso de que se celebren al aire libre
El Ejecutivo balear continuará con los controles de personas de otras comunidades que quieran entrar en Baleares por vía aérea o marítima en los mismos términos que hasta ahora.
Son medidas que se aplicarán durante las dos próximas semanas, hasta el 21 de junio, coincidiendo con el inicio de la temporada turística alta.
La situación actual de la pandemia en Baleares ha decidido al Ejecutivo a avanzar en esa desescalada lenta que anunció que seguiría en Semana Santa para no comprometer el positivo avance sanitario ni la campaña de vacunación contra la COVID-19. Entrado junio, y con los datos epidemiológicos a favor, Baleares se libra de las restricciones más duras, pero seguirán otras encaminadas a seguir limitando el número de contactos sociales. Este lunes, tras el Consell de Govern, el portavoz Iago Negueruela anunciaba que se ampliará de 8 a 15 el número de personas que podrán reunirse en el exterior y de 6 a 10 personas las que podrán estar juntas en interiores.
Con la caída del toque de queda, la movilidad dejará de estar limitada entre las 00.00 y las 06.00 horas. No obstante, el ocio nocturno seguirá prohibido de momento, aunque Sanidad ha dado ya el primer paso para la reapertura de discotecas. El Govern ha reforzado el operativo policial para controlar los botellones.