El viernes pasado se celebró Sant Jordi, y los libros y las rosas volvieron a varios puntos de Palma. Los lectores quisieron disfrutar de este pedazo de normalidad anterior a la pandemia, y muchos asistieron a los actos del Día del Libro con ganas. Se vieron en la capital balear algunas escenas que recordaban al pasado, y algunas acumulaciones de personas entre lógicas medidas de seguridad. ¿Cómo afectará la celebración de Sant Jordi en la evolución de la pandemia de coronavirus en Baleares?, han preguntado los periodistas este lunes a Javier Arranz, y el portavoz de Salut ha dejado sobre la mesa algunas reflexiones.
Según el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares el «poco rato» que estuvo a pie de calle viendo lo que Sant Jordi congregaba le dejó varias impresiones. La primera, que «la mayor parte de personas cumplían bien las medidas básicas, llevar bien puesta la mascarilla, evidentemente estaban más cerca de lo que sería deseable».
«La otra cosa que me gustó fue la alegría de ver a la gente en la calle. Todo el mundo estaba muy contento de encontrarse, contento de encontrar amigos que quizás hacía tiempo que no veían. Eso da cierta esperanza de que cuando esto acabe reencontraremos rápidamente la alegría de vivir», ha considerado.
En la parte de valoración más puramente sanitaria, Arranz se ha ceñido a los datos. «Sabemos que una celebración como esta podría provocar algún caso más», ha reconocido. Sin embargo, «el hecho de que se realice al aire libre hace que el riesgo sea muy bajo. Puede que dentro de unos días veamos algún tipo de repunte, pero esperemos que sea difícil de asociar solo a esta situación muy concreta», ha dicho el experto, en referencia a algunas relajaciones que se han dado también en estos días, como la apertura de las terrazas en horario nocturno, o los centros comerciales abiertos en domingo.