La concejal de Igualdad de Cort, Sonia Vivas, se ha acogido a su derecho a no declarar en su comparecencia judicial a raíz de una querella presentada en su contra por la asociación JAVA, que agrupa a policías locales, algunos de ellos investigados en el 'caso Cursach'. La denuncia acusa a Vivas de falso testimonio.
Según la querella, cuando era agente de la Policía Local, Vivas aportó un parte de lesiones antiguo como prueba contra dos policías en el procedimiento que se siguió por coacciones contra ella. En el año 2011 había ya presentado ese mismo documento en una denuncia contra tres personas. Alegó en ese momento haber sido víctima de lesiones psíquicas y físicas. La denuncia sostiene que más tarde, cuando estalló el caso de corrupción en torno a la Policía local lo reutilizó para acusar a su vez de lesiones a los dos agentes que ahora se han querellado contra ella y que fueron condenados en ese proceso por coaccionar a una testigo. Uno de los agentes está pendiente de cumplir una condena de más de tres años de cárcel.
El abogado de Vivas, Josep de Luis, explicó a la salida del juzgado que el silencio de su representada se debe a que no quiere entrar «en el juego» de los querellantes. Señaló que, desde su paso a política, la ahora concejal ha recibido «diversas denuncias del mismo ecosistema». Añadió: «Sólo conocemos las que se han tramitado y todas, menos esta han sido archivadas con este mismo procedimiento, el de no declarar. Da la sensación de que todas no están hechas pensadas en los juzgados sino en la prensa y noostros no entraremos en este juego. Todos los ciudadanos de Mallorca saben lo que hay detrás».