El gasto destinado a ayudas económicas desde el inicio de la pandemia del coronavirus se mantiene al alza, mientras que se tiende a la reducción del número de familias que atiende el área de Benestar Social del Ajuntament de Palma
La regiduría que dirige Antoni Noguera ha realizado balance del primer año de la crisis sanitaria y explica que la media mensual de familias atendidas durante los últimos 10 años se situaba alrededor de las 6.000. Así, en febrero de 2020, a pocas semanas de la declaración del primer estado de alarma, fueron 6.450.
El estallido de la pandemia, afirma la coordinadora general de Benestar Social, Catalina Trobat, «nos llevó a tres meses frenéticos de demanda social sin precedentes que nos situó en las 12.000 familias en junio, el máximo histórico desde que hay registros».
Desde entonces, el número de familias atendidas se ha ido reduciendo progresivamente, aunque continúa muy por encima de los tiempos anteriores a la crisis sanitaria. Entre octubre de 2020 y febrero de 2021 la cifra se ha estabilizado entre las 8.700 y 9.000 familias atendidas cada mes.
En cambio, por lo que se refiere al gasto en ayudas económicas urgentes, indica el área, «la situación es precisamente a la inversa: se ha registrado un aumento del gasto en ayudas para alimentación, productos básicos y conceptos relacionados con vivienda y suministros».
En 2019 y hasta el mes anterior a la crisis de la COVID-19 el gasto mensual no superaba nunca los 400.000 euros. En cambio, poco después iniciada la pandemia «la cifra se situaba entorno al millón de euros, llegando al 1,3 millones en tres meses concretos», apunta Trobat.
En cuanto a los recursos humanos, esta realidad ha supuesto la necesidad de reforzar el servicio en 33 personas: tres mediante un proyecto de inversión, diez provenientes de programas del SOIB y PalmaActiva, y otras diez gracias a un contrato de refuerzo.