El proceso no será rápido ni se resolverá de un día para otro. Habrá, seguramente, recursos judiciales y alegaciones. Fue lo que dijo ayer en Inca el conseller de Mobilitat i Habitatge, Josep Marí, al referirse al trámite de expropiación temporal de uso de 56 pisos propiedad de bancos y fondos de inversión. Este asunto ha marcado la polémica política durante la semana.
Marí justificó la necesidad de la medida pero recordó que «estamos en un Estado de Derecho y que cualquiera puede ir a los tribunales, naturalmente y como no podía ser de otra manera». En cualquier caso –precisó– este «plazo no corto» podría resolverse este año. El conseller de Mobilitat se pronunció en estos términos tras anunciar en Inca una promoción de VPO.
La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) tildó de efectista» y «engañoso» el anuncio del Govern.
Menos inversiones
La presidenta de la CAEB, Carmen Planas, tildó de «efectista», «engañoso», «presuntuoso» y «totalmente desconectado de la realidad» y «objetivamente incapaz de ofrecer siquiera una mínima solución al verdadero problema de vivienda» el sistema elegido por el Govern.
«En realidad, solo se trata del inicio de lo que sin duda será un largo proceso administrativo y tardará tiempo en hacerse realidad», dijo Planas coincidiendo prácticamente con los que había expresado el conseller Marí.
El vicepresidente de la patronal, Eduardo López, pronosticó que la política de vivienda del Govern va a tener el efecto contrario al deseado «porque limita aún más la nueva oferta de vivienda y, sobre todo, de viviendas asequibles que son reclamadas por miles de familias en Balears».
El vicepresidente Eduardo López ha incidido en que «la expropiación es nuevo golpe del Govern contra la iniciativa privada». Y añadió: «Estamos otra vez ante un nuevo golpe del Govern en su encono por impedir la creación de vivienda asequible, tal como reclama la sociedad balear». Según su impresión «los promotores no querrán invertir en sus proyectos si no tienen vendidas las viviendas de antemano, lo que limitará aún más la nueva oferta de vivienda y, sobre todo, el mercado».