Llorenç Galmés (Santanyí, 1983) es el único candidato que opta a la presidencia del PP de Mallorca, en el congreso que su partido celebrará este próximo sábado, 27 de febrero. Galmès ya es la cara visible de los populares en el Consell de Mallorca, ya que es el portavoz. En las elecciones celebradas en 2019 no logró la victoria y desde entonces ejerce como líder de la oposición al Gobierno presidido por Catalina Cladera.
Pese a su juventud, ya ha tenido varios cargos en el PP, entre ellos presidente de Nuevas Generaciones en Baleares, portavoz del PP balear y miembro de la junta directiva nacional; también tiene experiencia de gestión, puesto que ha sido alcalde de Santanyí.
¿Por qué opta a presidir el PP de Mallorca?
— Por ilusión, amor al partido y a Mallorca, sin ninguna duda. Estoy afiliado desde los 16 años al Partido Popular, soy un hombre de partido y siento la responsabilidad de dar este paso al frente ante la grave situación política, económica y social que vivimos actualmente en la Isla. Cuando el hasta ahora presidente insular, Jeroni Salom, nos comunicó su intención de no optar a la reelección, hablé con él y con el presidente Biel Company para decirles que me ilusionada este nuevo reto y, tras su apoyo, no lo dudé ni un momento y decidí ponerme al frente de la que ha sido una candidatura única. El objetivo es reforzar un PP de Mallorca que es el Partido Popular de todos; en el que todos sumamos y nadie resta. En el que contamos con cada afiliado, con cada simpatizante, con cada persona que muestre interés por trabajar para una isla mucho mejor que la que nos está dejando la izquierda.
¿Qué considera que se debe cambiar en el PP de Mallorca?
— Uno de los ejes de esta nueva etapa es esforzarnos más en hacer llegar nuestro mensaje para ayudar mejor a la sociedad mallorquina. Nuestro potencial es un espejo en el que muchísimos partidos se quieren reflejar, sin ninguna duda. El día 27 de febrero, cuando de no haber mayores, seré proclamado oficialmente como presidente del PP de Mallorca será para mi uno de los días más felices de mi vida porque asumir esta nueva aventura política es para mí un privilegio que me llena de orgullo. Creo que no debemos gastar ni un minuto más en hablar de nosotros. Tenemos que hablar de las ayudas que necesita Mallorca para salir de la que nos está cayendo por la pandemia y la gestión del Pacte. Estamos dispuestos otra vez a liderar esta sociedad.
¿Repetirá como candidato en las próximas elecciones?
— Yo he estado siempre, estoy y estaré donde el presidente y el partido me diga que debo estar. Ahora estamos centrados en implicar aún más en el proyecto común del Partido Popular a nuestros municipios con sus respectivas juntas locales, a las juntas de distrito de Palma para, en definitiva, llegar a todos los rincones de Mallorca, reconectando con la sociedad y comenzar a preparar un proyecto ganador para las próximas elecciones. Nuestro contrato con Mallorca pasa básicamente por la competitividad; con la bajada de impuestos como premisa fundamental. Especialmente ahora, tras el hachazo fiscal del Gobierno de Sánchez, con el consentimiento de la izquierda balear. Hay que suprimir los impuestos que no son justos; como los de doble imposición, los de Patrimonio, el de Donaciones, el de Sucesiones y hay que bajar el Impuesto de Sociedad y el IRPF, tal y como nos comprometimos en la última campaña electoral.
¿Están en condiciones de recuperar a los votantes perdidos que se fueron a otros partidos?
— No sólo estamos en condiciones de recuperar votantes perdidos sino que lo estamos haciendo desde hace meses. No es ningún secreto que afiliados y simpatizantes de Ciudadanos y Vox ya se han dado de baja para afiliarse al Partido Popular de las Illes Balears que preside Biel Company. No tengo ninguna duda de que estamos en el buen camino para seguir ilusionando, reforzando y ampliando la gran familia de los populares. La gente ya no quiere experimentos; tras el fiasco de la gestión de Armengol y de Cladera con la pandemia, la gente está viendo claro que la única alternativa para resolver los problemas generados por el Pacte pasa por el PP. Pertenecer y confiar en el Partido Popular es hacerlo con las responsabilidades de formar parte del mejor partido de España que ha sido capaz, siempre que hemos gobernado, de remontar la catastrófica situación que suele dejar la izquierda en nuestra sociedad, tanto a nivel local, como autonómico y nacional. Trabajamos con el orgullo de saber que son nuestros principios, nuestras ideas y nuestros valores los que más representan a los mallorquines.
En Calvià existe descontento por parte de un grupo de afiliados, ¿a qué se debe?
— Diferentes formas de ver la realidad puede haberlas en todas las familias y, por supuesto, también existe en política. Lo que estamos haciendo entre la dirección regional y la insular es poder llegar a acuerdos. A mí no me gusta focalizar posibles divergencias personales en una única junta porque estoy muy contento con la labor, la constancia y las propuestas que reiteradamente el Grupo Popular calvianer va haciendo en el Ajuntament. Que en los partidos políticos hay diferentes sensibilidades, claro que sí, que debe haberlas, clarísimamente sí. Además, quiero recordar el respeto absoluto que tenemos a la autonomía de cada junta. Yo le puedo asegurar que nos dejamos la piel para que en todos los municipios estemos listos para la carrera que nos espera y que lo vamos a conseguir porque, al final, estoy convencido de que ganará el esfuerzo continuo, incansable y persistente de los equipos que tenemos repartidos en toda Mallorca, trabajando a pie de calle. Además, le avanzo que crearemos una nueva figura en el PP de Mallorca; la de coordinador local, para, precisamente, reforzar y mejorar esta labor.
¿Cómo valora la gestión de Catalina Cladera?
— Caótica, improvisada, interesada y deficiente. Me gustaría poder decir algo en positivo de la gestión de Cladera en el Consell de Mallorca pero es que me resulta imposible porque, será recordada como la ‘enchufa amigos', gastándose más de 11,3 millones de euros en altos cargos y la ‘crea problemas'. Tiene a los alcaldes y alcaldesas, de todos los colores, completamente abandonados, sin ayudas suficientes, ni coordinación, ni consenso alguno; con los municipios dejados de la mano de Dios en plena crisis económica y social. Cladera sigue escondida en su despacho cuando los más afectados por la pandemia requieren de la ayuda del Consell. No exige al Govern los más de 27 millones que Armengol tiene de deuda con la institución insular y con los que se podrían dar muchas más ayudas a ayuntamientos, Pimes y autónomos; a lo que se le suma que el Pla Reacciona de la institución insular tampoco ha funcionado por su retraso y su insuficiencia, por lo que la crisis se ha agravado mucho más.
Esto en la parte económica social, pero es que ni en lo referente a lo sanitario reclama a Salut ni más cribados, ni más vacunas, ni un plan de vacunación claro. Es que por no tener, no tiene ni un protocolo claro sobre cómo y a quien poner las vacunas que van llegando.