Gran operación policial contra los gimnasios que incumplen las medidas COVID-19 en la Isla. A primera hora de este martes, un amplio dispositivo de agentes del Grupo Alazán del Cuerpo Nacional de Policía, Patrulla Verde (Policía Local) y técnicos de Turisme (Govern balear), irrumpieron en varios gimnasios y centros deportivos de la capital balear sancionando a todos ellos por diferentes motivos.
Las principales anomalías detectadas se refieren a la afluencia de clientes en las salas de musculación, utilización de vestuarios, exceso de aforo y falta de limpieza en la maquinaria utilizada.
La normativa vigente dictada por el Govern balear es muy clara. Las actividades de intensidad baja dirigidas en instalaciones deportivas cubiertas, así como las actividades de intensidad baja en las academias de baile, tendrán un máximo de seis participantes y un 30% del aforo en las salas. Será obligatorio que los espacios cumplan con las condiciones adecuadas de ventilación, que se lleve un registro de las personas participantes y que todos ellos puedan hacer las actividad con la mascarilla. Las actividades outdoor serán de hasta un 50% del aforo con 4m2 por persona. Las salas de fitness continuarán cerradas, solo abiertas para los entrenamientos personales o como ‘salas de actividades suaves'. La actividad deportiva en piscina serán con un 20% del aforo y dos personas por carril. Se prohíbe el uso de los vestidores en todos los casos; no se podrán utilizar ni para ducharse ni para cambiarse. Se permite aumentar el entrenamiento semanal de los equipos de contacto (fútbol, basket) de dos a tres entrenamientos, pero sin contacto físico. Esta medida también se aplica en Menorca.
La policía ha detectado numerosas infracciones en gimnasios. Muchas de ellas han sido denunciadas por otros centros deportivos en la sede policial.