Sea quien sea la entidad o el organismo que haga el informe, todos tienen una cosa en común: Baleares es la comunidad autónoma en la que más cayó el PIB como consecuencia de la pandemia. Según el Banco de España, la caída fue del 27 por ciento, lejos del 11 por ciento que se desplomó la media española y cinco veces más de lo que cayó la economía extremeña.
El Banco de España señala que la crisis sanitaria ha tenido un impacto económico «sin precedentes» en la mayoría de las economías. El informe detalla la enorme heterogeneidad del comportamiento de las distintas ramas de la actividad, lo que a su vez explica las importantes diferencias entre las comunidades autónomas. Las que han acusado una mayor caída son las que se encuentran en el arco mediterráneo y la causa está en el desplome del turismo.
Según los datos de Contabilidad Nacional, el valor añadido bruto de las ramas de comercio, transporte y hostelería cayó un 24,1 por ciento, mientras que el sector primario, las actividades financieras y de seguros y el sector público experimentaron tasas positivas de entre el 4,8 y el 1,4 por ciento.
En función de estos factores, tras Baleares, las provincias que más sufrieron fueron Gran Canaria, Tenerife y Málaga, con caídas de entre el 21 y el 17 por ciento. Girona está en esta línea, aunque su caída fue del 14,2. En el lado opuesto están las dos provincias extremeñas, Cáceres y Badajoz, con una caída del 5,3 por ciento. El informe destaca que estas provincias han sufrido menos porque no dependen del turismo. De hecho, señala que las medidas de contención de la movilidad, es decir del turismo, para frenar los contagios son las que han tenido efectos más devastadores en la economía.
El Banco de España detalla un dato muy significativo. Hay diez provincias cuyo PIB se desplomó por encima de la media de España. El problema para la economía española es que esas 10 provincias suman el 33 por ciento de la riqueza global.