Centenares de ciudadanos ecuatorianos han participado en el Palma Arena en las elecciones presidenciales de su país. A medio día, una cola considerable salía del velódromo en dirección a General Riera. Al cierre de esta edición aún no se conocían los datos de participación ni los votos a los partidos.
La votación contó con siete juntas donde votar. Cada una de ellas contaba con dos mesas separadas, una para hombres y otra para mujeres, menos la última, sólo para féminas. Un total de 6.099 ciudadanos empadronados tenían derecho a voto.
Julio César Lalama Galán, cónsul de Ecuador en Mallorca, afirmó que «hay una gran asistencia. Eso nos gusta porque significa que hay intención y que los ecuatorianos están comprometidos con las decisiones que se toman en su país. En principio esperábamos entre un 33 y un 55% de participación, pero vemos que haya un poco más, sobre el 60%. Como cosa inusual, una de las papeletas de las cuatro dignidades que se están eligiendo no llegó. El CNE (Consejo Nacional Electoral) no logró tenerlas a tiempo».
Joana Chisawano es una estudiante de hostelería de 25 años que lleva unos 17 en España y que acudió al velódromo. «Considero que es importante venir a votar –explicó a este diario–. Aunque yo no vivo en Ecuador, tengo muchos amigos y familiares que están allí. Hace 15 días estuve en mi país y comprobé que la situación está fatal por la COVID, la economía... Espero que el que gane cumpla sus promesas».