Terraferida alertó este sábado de que Baleares son las Islas con más densidad de plazas turísticas del mundo. Su portavoz, Jaume Adrover, lamentó también que «a pesar de que la concesión de plazas turísticas ha caído en picado en Mallorca, se concedieron 1.200, de las que 1.000 eran de alquiler turístico y 200 de hoteles. Esto permitió la apertura de 109 nuevos establecimientos».
«Las plazas turísticas en Mallorca han superado por primera vez en su historia las 400.000 en el 2020. Este hecho muestra el crecimiento continuo que ha soportado la Isla en los últimos años, incluso durante la pandemia, momento en que cayó la concesión de plazas turísticas», afirmó Adrover.
Si se mira la evolución de las licencias de plazas turísticas en Mallorca, de acuerdo a cifras facilitadas por la entidad ecologista, en los últimos cinco años las administraciones han otorgado un total de 79.410 licencias, lo que supone un incremento del 24 %.
«La cifra llegaría al 43 % en solo 5 años si se hace caso de los anteriores datos oficiales de Turismo, que situaban la planta turística en 285.000 camas en 2015», hizo hincapié Adrover, quien añadió que «en este caso la cifra sobrepasaría las 120.000 camas nuevas en 5 años», según su proyección.
En 2017, al término de la vigencia de la ‘ley Delgado', se batió el récord anual del máximo de concesiones, con más de 40.000 plazas turísticas en la Isla.
En la última década, entre los 2010 y 2020, el incremento de plazas turísticas ha sido mayor que en todas las precedentes.
Propuestas
Ante estas cifras, Terraferida reclama «responsabilidad» al Govern y al Consell para contener el crecimiento de las plazas turísticas en Mallorca y se propone un pacto social para reactivar la economía con medidas de contención del crecimiento y ahorro de recursos naturales: agua, energía, suelo fértil.
Terraferida pide también establecer «inmediatamente» una moratoria de plazas turísticas y revisar la ley turística con criterios de sostenibilidad.
Otras de sus propuestas para gestionar el impacto turístico, añadió Adrover, es la introducción del 2x1, lo que significa dos plazas turísticas dadas de baja por cada una nueva; no renovar licencias turísticas plurifamiliares, y que éstas vuelvan al mercado del alquiler; y, por último, cerrar las decenas de miles de plazas turísticas ilegales, entre las hoteleras y las del turismo vacacional.