La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha declarado que «somos conscientes del dolor por las medidas específicas en Mallorca e Ibiza», aunque ha dejado claro que el plan de choque que se ha ultimado este viernes con agentes sociales y económicos y las instituciones locales de las Islas no se articula como una respuesta a las miles de voces que esta semana se congregaron frente al Consolat de Mar para exigir medidas y ayudas.
En su rueda de prensa en Ca n'Oleo, en Palma, donde se ha reunido la Comissió de Seguiment del Pacte per a la Reactivació i la Diversificació Econòmica i Social de les Illes Balears, la presidenta del ejecutivo balear ha descrito la de hoy como una «reunión fundamental del pacto de reactivación. Se trata de una convocatoria urgente por la situación muy compleja» que se vive en estos días en el archipiélago.
«Somos conscientes de la desesperanza de muchos», ha asegurado la presidenta, por lo que los «acompañaremos con apoyo desde las instituciones para superar de la mejor forma posible estos momentos difíciles».
Armengol ha emitido un agradecimiento expreso a todos los agentes que han contribuido a dar forma a este plan. «Desde el Govern hemos tomado las decisiones desde el consenso y diálogo máximo, lo escenificamos con este pacto. Lo hemos trabajado con la mesa de diálogo social», ha dicho la presidenta, quien ha agradecido muy especialmente a patronales y sindicatos «su altura de miras en estos momentos».
La mandataria de las Islas ha hecho una breve referencia a «la situación sanitaria muy difícil, compleja y de riesgo». «No minusvaloremos este virus», ha enfatizado.
«Son momentos muy duros, de muchísima dificultad en esta tercera ola. Dijimos que no tenía que haber Navidad, debíamos salvar vidas, tenemos muy claro que nuestra prioridad es la salud de los ciudadanos. Las medidas de restricción son necesarias y sin salud no hay economía. Esa seguirá siendo nuestra prioridad», ha añadido.