Bares y restaurantes de Mallorca vaticinan que las restricciones que entran este jueves en vigor se van a prolongar hasta finales de febrero, ya que el objetivo es evitar los contagios y salvar, como sea, el inicio de la temporada turística, según explicó ayer el presidente de Restauración-CAEB, Alfonso Robledo.
Tanto PIMEM como CAEB reconocen que las restricciones, gusten o no, se van a prorrogar a partir del próximo día 28 «porque los niveles de contagios de la COVID-19 están en máximos y la previsión es que no disminuyan en los próximos quince días, de ahí que muchas empresas ya asumen que van a estar en esta situación hasta finales de febrero».
Robledo añadió que en Ibiza la campaña de normalización duró dos meses y aquí, en Mallorca «la previsión es que, como mínimo, se prolongue mes y medio y llegar, de esto modo, limpios a marzo en cuanto a niveles de contagios en Mallorca y resto de islas».
Las empresas afectadas por no tener terrazas, en torno al 80 % de la oferta de restauración de la Isla, llevan desde el martes ultimando todo el proceso de despidos de los trabajadores eventuales contratados para la campaña de Navidad y nuevos ERTE para los fijos discontinuos.
Durante todo el día de este miércoles muchas empresas optaron por adelantar el cierre, en principio hasta el próximo día 28, y no esperar a este jueves.
Tardeo al mediodía
La Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento, Abone, reconoció ayer que hay locales de restauración de Palma que han adelantado el tardeo al mediodía «para así no incumplir los nuevos horarios ni restricciones impuestos por el Govern para evitar los contagios durante los fines de semana».
Un gran número de locales del centro de Palma realizan desde ayer, a través de las redes sociales, anuncios y convocatorias para los viernes, sábados y domingos, con horarios que van desde las 11.30 horas hasta las 18.00 horas. El Govern ha prohibido el ‘tardeo' a partir de las 18.00 horas, pero no regula nada sobre las horas previas.
El presidente de Abone, Jesús Sánchez, valoró ayer de forma negativa esta estrategia comercial: «Las empresas se están arriesgando a que se les imponga fuertes sanciones económicas, ya que es incompatible en estos momentos, por imperativos de Salut, el beber y escuchar música al mismo tiempo en los establecimientos. Lo único que podemos decir es que hay que empresas que están intentando sobrevivir y aprovechan los vacíos legales que hay en estos momentos en cuanto a normativa sanitaria en la oferta de restauración».
Los trabajadores piden hacer una ‘cacerolada'
Las empresas de restauración reciben peticiones de sus trabajadores para que convoquen una ‘cacerolada' de protesta frente al Consolat, con el fin de mostrar el malestar del sector y empleados por las medidas restrictivas que ha adoptado el Govern. Entienden que las cosas se podrían haber hecho de otra forma y reconocen que la salud es prioritaria en estos momentos, aunque reconocen que la actual situación es insostenible y que de prolongarse las restricciones se van a generalizar los cierres de empresas por insolvencia y falta de actividad económica.