Los restauradores de Mallorca dan por perdido el año tras el adelanto del toque de queda a las 22:00 horas. La presidenta de Pimem Restauración, Eugenia Cusí, ha destacado que tras anunciarse las nuevas restricciones han comenzado a recibir numerosas cancelaciones de reservas. «Se han acabado de cargar lo que nos quedaba de año», ha manifestado.
También ha criticado que los restauradores se vayan a ver obligados a adoptar estas medidas de un día para otro. En este sentido, ha criticado que el Govern no las haya consensuado con el sector, así como que no se hayan hecho público los datos que han llevado a tomar esta medida. Cusí ha recriminado que la presidenta del Govern, Francina Armengol, sólo haya hablado de la incidencia acumulada en Mallorca, que ha pasado de 223 casos por 100.000 habitantes en una semana a 260; y de la presión sanitarias, que no es preocupante.
Además, ha criticado que la presidenta haya manifestado que preocupan puntos concretos de la Isla, pero que se haya tomado una medida general para toda Mallorca. En su opinión, Armengol ha trasladado «un mensaje de alarma y miedo injustificado». «He visto a la presidenta del Govern con miedo y superada por las circunstancias», ha asegurado.
El presidente de CAEB Restauración, Alfonso Robledo, ha manifestado que «sólo nos faltaba esto» y ha argumentado que hay muchos negocios que viven principalmente de las cenas, que prácticamente pasarán a ser inviables con el adelanto del toque de queda a las 22:00 horas.
No obstante, ha manifestado que la prioridad es salvar la próxima temporada turística, por lo que acepta con resignación el adelanto del toque de queda. «Nos jugamos mucho», ha advertido. Además, se ha mostrado esperanzado en que el toque de queda puede volver retrasarse hasta las 00:00 para las fiestas de Navidad.
En el caso de Sóller, Muro y Lloseta las restricciones son aún más severas y no se podrán abrir los interiores de bares y restaurantes. Robledo se ha congratulado de que esta medida no se haya extendido al resto de la Isla.
Ayudas directas para el sector
Ante esta situación, Robledo ha reclamado ayudas directas para que los restauradores puedan superar la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19. En este punto, ha precisado que las pérdidas ascienden al 70 % de la facturación.
La presidenta de PIMEM Restauración ha cuantificado en 340 millones de euros las ayudas necesarias para poder salir adelante, ya que la restauración es uno de los sectores más afectados.
Los restauradores se reúnen este próximo jueves con el conseller de Model Econòmic, Iago Negueruela. El Consell de Govern ha aprobado este miércoles ayudas valoradas en cinco millones de euros para que puedan instalar los aparatos necesarios para garantizar la seguridad.