Una auditoria de las cuentas del Teatre Principal de Palma ha destapado un descuadre millonario en la caja que hoy por hoy es objeto de investigación por parte del Tribunal de Cuentas de Madrid. La anterior dirección del espacio escénico, que recaía en una batuta compartida por Carlos Forteza y Mònica Pérez, recibió la alerta en el año 2018 tras un estudio de las cuentas de la entidad encargado a una nueva empresa auditora externa al Consell de Mallorca. En sus conclusiones, el informe apuntaba a que en los libros de contabilidad del Principal se detallaban importes por ventas y recaudación en taquilla que debían estar en caja. Sin embargo, no había ni rastro de ese dinero. La cantidad alcanzaría los 130.000 euros.
El descuadre contable hace referencia a varios ejercicios económicos y algunas fuentes consultadas por Ultima Hora señalan que este desfase pudo arrastrarse durante unos diez años. Del estudio de esa auditoría externa, y tras no poder comprobar la existencia de ese dinero físico en la caja, el entonces Interventor del Consell decidió no dar el visto bueno a la contabilidad del Principal y presentó la denuncia que actualmente está en curso.
El actual director del Teatre Principal, Josep Ramón Cerdà, ha corroborado esta información y ha recordado que al inicio de la actual legislatura tuvo conocimiento de este asunto por parte de los anteriores gestores. Desde entonces, confirma que se ha contactado en varias ocasiones con el teatro para reclamarles toda aquella documentación existente que pueda aportar algo de claridad al caso.
Superávit sin contrastar
Auditorías anteriores al año 2017 ya reflejaban superávit en caja, pero «nunca se constató físicamente si ese dinero se encontraba allí», advierten otras fuentes. «Nadie sabe dónde está ese dinero, la contabilidad existente no aclara dónde se encuentran esas partidas», añaden. Es entonces cuando se inició el expediente, del que se informó al Patronato de la Fundación Teatre Principal y que ahora se encuentra en manos del Tribunal de Cuentas.
Desde el Consell de Mallorca, institución de la que es propiedad el teatro, aseguran que, a la espera de las conclusiones de la investigación, esto pone de relieve, «cuanto menos, deficiencias en la gestión y en la práctica de la contabilidad diaria». Cabe señalar que la venta de entradas entonces era únicamente por taquilla.
La percepción de Josep Ramón Cerdà es que esas cantidades de la caja podrían haberse utilizado para abonar otras cuestiones y no se justificaban debidamente ni se reflejaba en la contabilidad. No obstante, una vez analizada la documentación y los movimientos será el Tribunal de Cuentas quien concluya qué ha ocurrido, en qué se ha usado o dónde se encuentra esa importante partida, y quién es responsable por ello.