Las fachadas del Ajuntament de Palma, el Hospital de Son Espases y otros consistorios de Baleares se han iluminado de azul con motivo del día Mundial de la Diabetes. Esta tonalidad es la que se identifica con la enfermedad.
Además, unas 30 personas han participado este sábado en un recorrido guiado por el bosque del Castell de Bellver para celebrar este día. Esta dolencia afecta a 75.000 personas en Baleares, un 6,5% de la población.
La Asociación de Personas con Diabetes de las Islas Baleares (ADIBA) celebró esta efemérides, que coincide con el 40 aniversario de su creación, con diversas actividades. Se celebró una conferencia telemática con la doctora Raquel Barrio, experta en diabetología y endocrinología.
El periodista Joan Carles Palos, también diabético, ejerció como guía en el bosque de Bellver para un grupo de familias con miembros que padecen esta dolencia. Había personas de todas las edades. Palos refirió historias y leyendas relacionadas con el castillo y su entorno.
Catalina Taberner es la presidenta de ADIBA, funcionaria y madre de un joven que padece esta dolencia. Para ella, «el problema de la diabetes es que es una enfermedad silenciosa, no se manifiesta activamente como podría ser una artrosis, y eso la hace difícil de detectar. Un 30% de los diabéticos no saben que sufren esta patología».
«Pedimos a las personas que si notan algún síntoma como haber adelgazado mucho, ganas de orinar excesivas, mucha sed... vayan al médico. Con una inyección en el dedo sabrán si tienen algún marcador disparado que podría corresponder a algún tipo de diabetes», afirmó Taberner.
La presidenta de ADIBA se felicitó porque «en los últimos años ha avanzado mucho la investigación y la aceptación social. Ahora tenemos dispositivos electrónicos que nos previenen de los excesos».