La multinacional norteamericana de chárter náutico Sunsail ha decidido dejar el puerto de Palma por los elevados precios de los amarres, que según la Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas de Balears (APEAM) «son los más caros del Mediterráneo».
El presidente de la Comisión Chárter de APEAM, José María Jiménez, afirma que la postura de Sunsail es la punta de iceberg de lo que se avecina en el sector náutico: «Preocupa por el impacto que va a tener en nuestro sector y en la imagen de Mallorca como destino caro para el sector náutico internacional. Es el fiel reflejo de que cuando imperan unas tasas por encima de lo normal y la actividad ha bajado más de un 80 % por la COVID-19, lo lógico es que queden aparcadas o rebajadas de forma coyuntural las tasas para no ahogar a las empresas concesionarias».
Jiménez añade que «los precios de los amarres de Palma son hasta un 500 % más caros que los que hay en puertos de Grecia, Croacia e Italia, que son nuestra competencia en el Mediterráneo».
APEAM critica que el coste de metro cuadrado por espejo de agua en Palma es de 1.300 euros, más IVA, al mes. Sunsail, por este concepto, paga a la Autoritat Portuària de Balears (APB) cerca de 50.000 euros al mes por sus 30 amarres.
En comparación con otros puertos del Levante español, caso de Valencia, «el precio de los amarres del puerto de Palma son un 300 % más caros», indica la patronal náutica balear.
Los precios de los amarres son marcados cada año por el Ministerio de Hacienda, que comunica a Puertos del Estado las variaciones en cada autoridad portuaria, como la de Balears. La asociación APEAM afirma que «falta sensibilidad en Madrid por este tipo de cuestiones, más aún cuando atañe a un sector como el chárter náutico».
Puertos autónomos
La patronal pone como ejemplo la estrategia que ha adoptado Ports de les Illes Balears (Ports IB), que gestiona el Govern, en materia de política portuaria.
«La entidad autonómica ha rebajado este año el 50 % de las tasas que cobra en los puertos que gestiona en las Islas a causa de los efectos de la pandemia. Es una postura lógica, ya que con ello se permite que las empresas concesionarias no se vean más ahogadas por la falta de ingresos».
La multinacional Sunsail, propiedad del fondo de inversión KKR que cuenta también con activos hoteleros en Mallorca, ante la acumulación de pérdidas económicas en el actual ejercicio, «ha considerado que Palma no era rentable para sus intereses y que la previsión para el próximo año, con las incertidumbres que hay en estos momentos, no cubren sus expectativas de negocio. Esto propicia que vaya a otros destinos más asequibles que Palma», indican fuentes empresariales.
Compra de empresas náuticas de Mallorca
La crisis que vive el sector náutico balear por la pandemia ha dejado a muchas empresas al borde de la quiebra, de ahí que inversores extranjeros estén adquiriendo sociedades mallorquinas. Cruesa, tras 42 años en el chárter, es una de las afectadas por esta dinámica para poder seguir operando.