Las entidades que conforman la Plataforma per una Mar Sense Plàstic exigieron este martes el despliegue «urgente» de la Ley de Residuos de Baleares, que se aprobó en 2019, para poder dar cumplimiento a los objetivos sobre reciclaje fijados por la Unión Europea y el Estado. La demanda de estas entidades se basa en un informe de la Conselleria de Medi Ambient que analiza la gestión del reciclaje en las Islas y que, entre otros aspectos, dice que para alcanzar estos objetivos la generación de residuos debería disminuir un 9 por ciento.
La Plataforma per una Mar Sense Plàstics está integrada por Amics de la Terra, el GOB, Fundació Deixalles, Greenpeace, PIMECO, Recircula, Rezero y Retorna. Además, tienen el apoyo de Plastic Free Ibiza, Plastic Free Formentera y algún ayuntamiento. Por un lado, elogian al Govern y por el otro le exigen que aplique la Ley de Residuos. El elogio es sobre la publicación del informe, que dicen que «aporta luz y oficialidad a una realidad» que estas entidades, dicen, ya habían denunciado.
Consideran que los datos «urgen la aplicación de las medidas contempladas» en la Ley de Residuos y advierten cuatro medidas prioritarias. La primera, cuyo objetivo es reducir la generación de residuos un 9 por ciento en 2020, es aplicar la prohibición de platos, vasos de plástico, pajitas, etcétera. Asimismo, proponen implementar medidas de reutilización.
Cuanto a los índices de reciclaje (el objetivo de la UE es llegar al 50 por ciento antes de 2021), consideran que los esfuerzos se deberían centrar en la fracción orgánica, puesto que según el informe del Govern en 2019 solo el 3 por ciento de estos residuos se reaprovecharon como compost.
Envases ligeros
La tercera medida es «resolver la disfunción e ineficiencia del sistema de gestión de envases ligeros», puesto que en Baleares solo se reciclan –según el Govern– el 25 por ciento. «Cada día, se pierden y contaminan nuestro territorio 1.000.000 de envases de bebidas», señalan, lo que hace necesario implementar un sistema de depósito, devolución y retorno. La cuarta y última medida se refiere también al contenedor amarillo, que según dichas entidades se debería dejar de ser un contenedor de envases para convertirse en uno de materiales (metales, plástico, etcétera). La Ley de Residuos también lo prevé. Asimismo, celebran la implantación del canon de residuos.