Vuelven las medidas restrictivas propias del estado de alarma en los hospitales públicos de Baleares, donde hace prácticamente tres semanas ya no se realizan operaciones salvo las de emergencia (que no admiten demora), de Urgencias y oncológicas.
La medida pone en jaque las temidas listas de espera para una intervención que, según los últimos datos publicados en julio, se habían disparado con un incremento del 90 % en comparación con el mismo mes del año anterior.
Aún así, ahora prima la pandemia por COVID-19 y los hospitales priorizan mantener libres las camas de hospitalización y críticos ante un posible repunte de enfermos graves afectados por el virus. Cabe recordar que muchas operaciones requieren que los pacientes ocupen estas plazas algunos días y lo que se busca ahora es que permanezcan liberadas.
En el caso del hospital Son Espases además de las intervenciones urgentes y oncológicas (que se operan en menos de treinta días) se mantendrán, a diferencia de la época del confinamiento, las cirugías ambulatorias, éstas son las que no necesitan hospitalización y cuyos pacientes reciben el alta el mismo día.
En este sentido, el hospital de referencia valora realizar este tipo de cirugías en otros centros, como el hospital Verge de la Salut, donde ya se plantean reabrir quirófanos.
Por otra parte, los responsables médicos no descartan realizar intervenciones que, aún sin cumplir ninguno de los tres supuestos, consideran que deben realizarse. Fuentes internas explicaron que en función de los recursos disponibles como son los quirófanos abiertos, se harán otro tipo de cirugías.
Otra de las grandes diferencias con el estado de alarma y que hay que tener en cuenta para preservar las camas está en los servicios de Urgencias. Si bien durante la cuarentena apenas había demanda, con la libertad de movimientos, se dan muchas urgencias que no son COVID y pueden terminar en ingresos hospitalarios.
Listas de espera
Cuando los centros asistenciales fueron retomando su actividad ordinaria de forma paulatina, el IB-Salut se dispuso a trabajar en las listas de espera y anunció que primero se depurarían y posteriormente se haría un convenio con las clínicas privadas para poder aliviarlas cuanto antes.
Sin embargo, el rápido de repunte de casos este verano que coincidió con las vacaciones de muchos profesionales han imposibilitado poner en marcha las dos medidas. Actualmente el Servei de Salut trabaja para llegar a acuerdos con Creu Roja y Sant Joan de Déu que den salida a las demoras.