Que al comercio tradicional y familiar le resultaba de cada vez más difícil sobrevivir y plantar cara a la competencia de las grandes superficies y el comercio electrónico no es una novedad. «Los tiempos han cambiado, el mercado va por otros derroteros y los hábitos del consumidor han cambiado», se suele justificar. A esta frágil situación se le debe añadir ahora la crisis del coronavirus, que en algún caso le ha dado la puntilla.
Es el caso de Elèctrica Nyegos, en la esquina de las calles Balmes y Rosselló i Cazador, y de Electrodomèstics Ses Columnes, en la plaza con el mismo sobrenombre, ambos en Palma. Quizás no tengan tanta historia como la mercería Àngela o Ca la Seu, pero son dos establecimientos muy arraigados en el tejido comercial de Ciutat y no pocos palmesanos lamentarán la pérdida.
Joana, copropietaria de Elèctrica Nyegos, explica que se iba a jubilar pero que la crisis causada por la pandemia ha acelerado el cierre. Ahora va a seguir vendiendo lo que está en tienda y prevé bajar la persiana antes de Navidad. También comenta que «una de las cosas que recordaré con más afecto es la buena relación que hemos establecido con los clientes. Alguna vez incluso nos han invitado a sus bodas».
También cierra Electrodomèstics Ses Columnes. La propiedad justifica el cierre en con una nota: «Varias circunstancias agraviadas por la actual pandemia».
Unos y otros se despiden valorando la relación con sus proveedores y clientes. «Han sido muchos años en los que, además de dar el máximo servicio a nuestra parroquia, se han creado relaciones de amistad que perdurarán», indican desde Ses Columnes.