La posibilidad de que algunas zonas de Baleares pasen a un escenario de confinamiento plantea un dilema educativo. Precisamente, las zonas en las que se aplicaría el confinamiento (barriadas populosas de Palma, Inca y Llucmajor) son las que más necesitan una escolarización presencial por las problemáticas económicas y sociales que afectan a estas áreas, lo que incluye la falta de medios tecnológicos que sufren numerosas familias para una educación telemática.
Esta circunstancia preocupa en la Conselleria d'Educació y obligaría a un nuevo esfuerzo económico para la dotación de ordenadores (Chromebook) y en un esfuerzo añadido del personal del departamento autonómico para controlar que los alumnos de estas zonas no se descuelguen y se desconecten de la escolarización.
Mientras tanto, los sindicatos siguen expresando su desacuerdo con la política de la Conselleria d'Educació respecto a la organización del inicio de curso. El sindicato ANPE insistió ayer en pedir el cierre de todos los centros escolares si no se cumple con los criterios higiénicos y sanitarios, si bien se desmarca de una convocatoria de huelga, tal como propone Unió Obrera Balear (UOB). Sin embargo, ANPE y UOB sí coinciden en organizar acciones y concentraciones de protesta. ANPE añade que estas acciones, que también incluirían recogidas de firmas, no se limiten a los docentes y abarquen también a las asociaciones de padres y madres.
Entre las medidas que ANPE propondrá en la próxima Junta de Personal Docent no Universitari, para su posterior negociación en la Mesa Sectorial, se encuentran: la ampliación de nuevos espacios físicos, con aulas modulares; bajada de ratios a 10-12 alumnos; más profesorado ante un escenario B (semipresencial); nuevas condiciones sociolaborales para el profesorado; la dotación de un enfermero escolar en cada centro; no responsabilizar al profesorado en caso de contagio; una formación práctica y sencilla en aulas virtuales; e información presupuestaria por parte de la Conselleria.
Cabe decir que, de momento, la Conselleria no contempla la creación de la figura del enfermero escolar, pero sí la habilitación de una línea telefónica Covid-Educació a la que podrían recurrir los centros en caso de un posible positivo.
Por su parte, Cosme Orell, secreatrio de Ensenyament Públic del STEI y presidente de la Junta de Personal, manifestó ayer que «todavía no hemos recibido ninguna convocatoria de Mesa Sectorial por parte de la Conselleria, cuando todo apunta a que nos dirigimos a un escenario semipresencial a partir de 2º de la ESO, lo que obligaría a negociar las nuevas condiciones laborales del profesorado, con más horas lectivas en todas las etapas educativas, entre otras medidas, y numerosos problemas de orden práctico, teniendo en cuenta que los planes de contingencia elaborados por los centros se basaron en el escenario presencial».