Investigadores de la Universidad Hebrea (Israel) y del Centro Médico Mount Sinai de Nueva York (Estados Unidos) han descubierto que el medicamento fenofibrato podría convertir la COVID-19, en un resfriado común.
Y es que, según el trabajo, este fármaco podría inhibir la capacidad de reproducción de COVID-19 en las células pulmonares, dado que se ha observado que es eficaz para tratar el tejido humano infectado y reducir de manera muy significativa los efectos dañinos el virus. No obstante, su eficacia ahora tendrá que ser probada en ensayos clínicos en humanos.
Los virus son parásitos que carecen de la capacidad de replicarse por sí mismos, por lo que toman el control de nuestras células para ayudar a cumplir esa tarea. «Al comprender cómo el SARS-CoV-2 controla nuestro metabolismo, podemos recuperar el control del virus y privarlo de los mismos recursos que necesita para sobrevivir», han explicado.
Esta nueva comprensión del nuevo coronavirus puede ayudar a explicar por qué los pacientes con niveles altos de azúcar en la sangre y colesterol a menudo tienen un riesgo particularmente alto de desarrollar COVID-19.
Sabiendo esta peculiaridad del virus, los expertos comenzaron a analizar los medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que podrían interferir con la capacidad de reproducción del virus.
En estudios de laboratorio, el medicamento para reducir el colesterol mostró resultados muy prometedores. Y es que, al lograr que las células pulmonares quemen más grasa, el fenofibrato rompe el control que tiene el virus sobre esas células e impide su reproducción. Es más, en cinco días de tratamiento sobre los tejidos del laboratorio, el nuevo coronavirus desapareció casi por completo, según el estudio.
Si bien hay muchos esfuerzos internacionales en curso para desarrollar una vacuna contra el coronavirus, los estudios sugieren que las vacunas solo pueden proteger a los pacientes durante unos pocos meses. Por lo tanto, bloquear la capacidad de funcionamiento del virus, en lugar de neutralizar su capacidad de ataque en primer lugar, puede ser la clave para cambiar las tornas de la epidemia.
«Si nuestros estudios clínicos confirman nuestros hallazgos, este curso de tratamiento podría convertir a COVID-19 en nada peor que un resfriado común», han zanjado los investigadores.