Magaluf y Playa de Palma presentan una imagen que no tiene nada que ver con la que han ofrecido durante años. Las lamentables escenas del turismo de borrachera que han dado la vuelta al mundo, especialmente alarmantes este año por la pandemia de la COVID-19, ha dado lugar a unas zonas con una amplia presencia policial y con los locales de ocio nocturno cerrados.
Cabe recordar que el Govern ordenó este miércoles el cierre de todos los establecimientos de ocio nocturno y dedicados a la venta de bebidas alcohólicas de las calles del Jamón y la Cerveza (Playa de Palma) y de Punta Ballena, General García Ruiz y Federico García Lorca, (Magaluf).
La Guardia Civil, la Policía Nacional y las policías locales de Palma y Magaluf han activado un dispositivo y cada noche patrullan por las zonas afectadas, con la garantizar que se cumple la normativa.
Además, se trata de evitar que el turismo de borrachera se extienda a otras zonas. El Govern ya ha advertido que si esto ocurre se ampliarán los cierres de locales de ocio nocturno y dedicados a la venta de bebidas alcohólicas.
También se pretende evitar que los turistas que han venido por el reclamo del ocio nocturno a Mallorca hagan botellón o puedan protagonizar altercados. Por ello, la presencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad es evidente, es decir, tienen un objetivo disuasorio.