El PP, Vox y Més per Menorca han sido los únicos partidos que no han firmado este miércoles el pacto para la reconstrucción de Baleares. El Plan de reactivación económica prevé una serie de medidas que representan una inversión a corto plazo de 619 millones.
Desde el Partido Popular han argumentado que no se ha consensuado y que, además, no va a servir para reconstruir las Islas tras la pandemia de la COVID-19. A su modo de ver, se deberían haber incluido otra serie de medidas.
No obstante, han manifestado su predisposición a colaborar con el ejecutivo autonómico. Además su presidente, Biel Company, ha acudido al acto de la firma por responsabilidad.
Por su parte, Vox ha explicado que no ha participado en la presentación del plan de reactivación porque «desde el primer momento ofrecimos nuestra colaboración, pero hemos encontrado un muro. Armengol, ha aplicado su rodillo ideológico, ha preparado un plan a su antojo que no ha pasado ni por el Parlamento ni por las Comisiones y que tampoco ha contado con la colaboración de todos los agentes sociales», ha señalado el presidente de Vox, Jorge Campos.
Además, ha señalado que Vox propuso hacer los presupuestos de la Comunidad según el principio de «base cero» para revaluar partida a partida la disponibilidad y conveniencia de las mismas y no les han respondido. A su modo e ver «es un plan sin consenso, de espaldas a los ciudadanos... Armengol lo ha pretendido organizar con unas mesas de dialogo social a su medida para aplicar el rodillo ideológico siguiendo los pasos de Iglesias y Sánchez».
El portavoz de Més per Menorca en el Parlament balear, Josep Castells, ha explicado que su partido ha decidido no suscribir el plan por falta de «un debate serio» y participado.
Castells ha asistido al acto institucional organizado en Can Balaguer pero no ha suscrito el documento.
El diputado menorquín ha explicado que el borrador del documento no se les envió hasta el sábado pasado. «Hemos participado, pero de una manera insuficiente», ha dicho. Además, ha criticado que la presentación del plan iba acompañada de «toda una retórica de la participación» cuando «no hay un debate político serio» que, a su juicio, se debería producir en el Parlament y los consells. «Creo que se están olvidando las formas democráticas, no se puede sustituir el debate parlamentario por una rueda de prensa», ha protestado.