La masiva concentración que, de forma espontánea, se produjo frente a Cas Comte de Ciutadella para escenificar el primer toc de las fiestas de Sant Joan está suscitando numerosas críticas y una viva controversia.
En las redes sociales circulan, y se repiten, los mensajes de indignación, tristeza y rechazo a esta aglomeración, que también se repitió en las terrazas de varios bares del centro urbano.
La directora insular de la Administración del Estado en Menorca, Isabel López Manchón, acusa al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella –formado por PSM, PSOE y Podemos– de «confiar en exceso en la responsabilidad ciudadana» y afirma que la Policía Local debería de haber estado como medida de previsión. «Se esperaba la presencia de policías locales para dispersar posibles aglomeraciones, pero no fue así. El Consistorio pecó de exceso de confianza al apelar a la responsabilidad de los ciudadanos, que no se produjo», lamentó. También declaró que los 17 efectivos de la Unidad de Protección y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, desplazados a Ciutadella para reforzar la seguridad de las fiestas «no fueron requeridos».
La alcaldesa, Joana Gomila, insiste en apelar a la responsabilidad individual, que ya pidió cuando el Ayuntamiento y la Junta de Caixers del bienio acordaron suspender las fiestas de este año por las restricciones de la pandemia. Gomila lamenta que se haya producido «un hecho puntual, un acto irresponsable, que no se tenía que haber realizado», pero señala que «la mayoría ha celebrado Sant Joan desde la prudencia y con el corazón».
Los grupos de la oposición –PP y Ciudadanos–exigen explicaciones y responsabilidades a la alcaldesa. El portavoz del grupo municipal del PP, Antoni Juaneda, declara que «las normas están para cumplirse y esto corresponde a los ciudadanos, pero sobre todo hay que hacerlas cumplir y esto corresponde a las autoridades». Añade que «la alcaldesa y el concejal de Policía tenían que hacer cumplir las instrucciones, lo que no se ha producido y constituye una irresponsabilidad por parte de Joana Gomila al tolerar hechos como estos, que ponen en riesgo la salud de los ciudadanos».
En cambio, la Missa de Sant Joan que presidió este miércoles al mediodía en la Catedral de Ciutadella el obispo de Menorca, Francesc Conesa, se celebró con control de aforo y aplicación de las medidas sanitarias, también el Caragol des Born, bajo la atenta mirada de los agentes municipales.