UGT Enseñanza ha acusado al conseller de Educación, Universidad e Investigación, Martí March, de buscar un enfrentamiento dentro de la comunidad educativa, con las decisiones adoptadas en relación con la fase 3 de desescalada, y de ser incapaz de llegar acuerdos con el sector.
El sindicato ha tildado de temerario que March haya anunciado con un margen de 48 horas que el próximo lunes haya que volver a la actividad para dar tutorías presenciales en todos los niveles, con el agravio que eso supone para los docentes residentes en una isla distinta a dónde trabajan, ha cuestionado en un comunicado.
UGT asegura que «no ha habido ni una sola negociación del retorno a los centros ni para esta tercera fase» y ni siquiera se ha tenido en cuenta que hay docentes que están en grupos vulnerables, para quienes pide que «no vuelvan a las aulas» y se anteponga su salud.
El secretario de Enseñanza de UGT, Tino Davia se ha mostrado sorprendido por las medidas anunciadas por March sin negociarlas previamente en la Mesa Sectorial de Educación y ha manifestado su «decepción, desilusión y frustración» por esa falta de negociación sobre la fase 3 de desescalada de la crisis sanitaria.
UGT considera que se debe garantizar el derecho a la conciliación de los padres, «de manera consensuada y negociada, con criterios sanitarios y con plenas garantías de salud para alumnos, padres y profesores».
El sindicato recalca que se debe dar la tranquilidad de que la administración adoptará las medidas necesarias para que los centros no sean vectores de contagio y sí entornos seguros, no sólo para el personal docente, sino también para los alumnos y cuestiona si se ha previsto el suficiente material de prevención en todos los centros educativos y los protocolos de seguridad para la ampliación de tutorías y la incorporación física de todo el profesorado.
UGT insiste en que no ha habido «ni una sola reunión para hablar del regreso este curso en la fase 3 de desescalada, ni para el próximo curso, salvo la macro Comisión General de Planificación para el próximo curso».
Tampoco se han negociado las condiciones laborales de los docentes, cuando la Conselleria ha fijado tutorías con cita previa en horario de mañana y tarde; y la presencialidad de todos los docentes a partir del 19 de junio.
«Estas son cuestiones que afectan directamente a las condiciones sociolaborales del profesorado y que, por tanto, deben ser negociadas en los ámbitos pertinentes», advierte el sindicato, así como también de qué forma se distribuirá el trabajo telemático y presencial y al necesaria regulación del teletrabajo.
UGT Enseñanza ha reiterado su rechazo a la composición de las comisiones que se encargarán de planificar el nuevo curso escolar 2020-21, «de dudosa seguridad jurídica, ya que no existe normativa que avale las funciones de estas comisiones», y ha pedido un representante de cada sindicato.
El sindicato pide medidas de conciliación, un aumento de las plantillas docentes, un «imprescindible esfuerzo presupuestario» para el curso que viene con «equidad e igualdad de oportunidades para el alumnado» y una planificación exhaustiva para delimitar qué cantidad de profesores se necesitan y una necesaria bajada de ratio.
UGT advierte de que también se deberá delimitar los centros que cuentan con suficientes aulas como para poder atender a 15 alumnos por aula.