El Govern aprobará en los próximos días el decreto ley que restringe el urbanismo después de que el PSOE y Més resolvieran este viernes por la tarde las diferencias que impidieron que se aprobara por la mañana, tal y como estaba previsto. Esta no aprobación del decreto había causado un evidente malestar en Més.
Lo que separaba a socialistas y ecosoberanistas eran las restricciones en suelo rústico, dado que la regulación de los llamados falsos urbanos y los terrenos urbanizables quedará igual. Así, se ha descartado la moratoria para edificar en parcelas situadas totalmente en APR (Área de Protección de Riesgos), y quedará prohibido directamente. Pero sí podrá hacerse en fincas situadas parcialmente en suelo APR siempre que la vivienda se levante en la parte de la parcela no calificada como tal. Las APR son zonas de riesgo de incendio, inundación, desprendimiento...
Las parámetros para construir en rústico quedarán como en el borrador y el volumen máximo de las viviendas pasará de 1.500 a 900 metros cúbicos. Esto significa que en una parcela de dos quarterades se podrá hacer una casa de unos 210 metros cuadrados como máximo. Las piscinas deberán ser de 35 metros cuadrados como máximo y solo podrá hacerse una en cada finca.
También en la negociación de ayer se acordó excluir a Ibiza de las restricciones en rústico. En Formentera tampoco se aplicará.
Los dos partidos se felicitaron por el acuerdo y cada uno lo vendió como una victoria a pesar de ofrecer versiones contradictorias sobre la negociación. Por ejemplo, el PSOE aseguró que ellos plantearon eliminar la moratoria de las APR porque carecía de lógica. En cambio, Mes indicó que ellos ya defendían desde el principio la prohibición y que cedieron la moratoria porque los socialistas la pedían. Ocurre lo mismo con otros puntos del decreto.
En cualquier caso, el Govern tiene ahora vía libre para aprobar el decreto. Anoche se hablaba de celebrar hoy o el lunes un Consell de Govern extraordinario.
Tensión
Las diferencias entre el PSOE y Més –Podemos había mostrado su apoyo al borrador del decreto, elaborado por la Conselleria de Medi Ambient que dirige el ecosoberanista Miquel Mir– habían generado tensión entre los socios de gobierno. Més llegó a convocar de urgencia a su permanente para analizar lo ocurrido y acusó a los socialistas de incumplir su palabra y poner trabas a su aprobación en el último instante.
Tras el Consell de Govern, la portavoz Pilar Costa intentó evitar la polémica y dijo que se trabajaba para consensuarlo. «En todo caso, lo que hacemos es debatir las propuestas», se limitó a señalar ante las preguntas de los periodistas.