Los presidentes de Baleares y la Comunidad Valenciana, Francina Armengol y Ximo Puig, han reclamado este miércoles al Gobierno y a la Unión Europea una estrategia conjunta para reactivar con seguridad la movilidad aérea y la actividad turística, tras la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Según ha informado el Govern en un comunicado, así lo han acordado en una reunión por videoconferencia en la que han tratado asuntos sobre la pandemia que afectan a los dos territorios por sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas.
Puig y Armengol han abogado porque UE ponga en marcha un protocolo de seguridad europeo para minimizar el impacto de la pandemia en el movimiento de las personas y la llegada de turistas extranjeros. Según la presidenta del Govern, es necesario que «se aceleren las negociaciones entre los países de la UE para establecer de forma conjunta de qué manera se tienen que reabrir los vuelos internacionales y con qué medidas de control sanitario».
«Somos comunidades que necesitamos volver a tener turismo y es muy importante hacerlo forma segura para seguir controlando la pandemia», ha remarcado Armengol sobre Baleares y la Comunidad Valenciana, en las que el sector turístico es un pilar clave de la economía.
Tanto la presidenta balear como el presidente valenciano han pedido la puesta en marcha de un plan de impulso que cuente con fondos extraordinarios tanto del Estado como de la Unión Europea, y han defendido que es prioritaria la apertura del espacio europeo cuando las autoridades sanitarias lo consideren oportuno.
Criterios de reparto de fondos estatales
En el ámbito económico, Armengol y Puig han tratado también el fondo especial no reembolsable de 16.000 millones destinado en las comunidades autónomas para atender los gastos generados por la pandemia e impulsar la reconstrucción social y económica.
Ambos han coincidido en reclamar que el reparto de los recursos tenga en cuenta la corresponsabilidad fiscal asumida por las diferentes comunidades, así como la inversión en servicios públicos fundamentales y, concretamente en sanidad, realizada en los últimos años.
Además, los dirigentes socialistas han destacado que, si en el reparto del primer tramo de los fondos se ha tenido en cuenta la afección sanitaria directa de la pandemia, la distribución de los recursos para la reactivación económica tendría que atender igualmente a las consecuencias directas en la economía que tendrá la crisis generada por la COVID-19.