Los hospitales públicos de Baleares han comenzado a retomar su actividad quirúrgica habitual con la programación de las operaciones pospuestas por la crisis de la COVID-19 y de las consultas externas que se tuvieron que suspender.
El objetivo del Servicio de Salud es recuperar próximamente un tercio de la actividad asistencial sanitaria, en hospitales y centros de salud, después de que la mayoría de recursos se hayan destinado en las últimas semanas a hacer frente a la crisis sanitaria del coronavirus.
El director general del Servicio de Salud, Juli Fuster, y la directora asistencial, Eugenia Carandell, han presentado este viernes la primera fase del plan de reactivación asistencial de las Islas Baleares.
Otra novedad que se introduce a partir de ahora es que se permitirán las visitas de familiares a enfermos que padecen el coronavirus y que se encuentran graves, cumpliendo siempre con las preceptivas medidas de seguridad.
Fuster ha explicado que el número de casos de coronavirus crece a un ritmo lento en Baleares, lo que permite reprogramar toda la actividad que se tuvo que dejar de lado temporalmente.
Los médicos fijarán el nuevo calendario de operaciones y visitas a especialistas según la urgencia de las mismas, por lo que los pacientes irán siendo llamados por el Servicio de Salud.
En lugar prioritario de las operaciones se encuentran las relacionadas con tumores y otras patologías que no conviene demorar.
Fuster ha subrayado que, naturalmente, durante las últimas semanas en los hospitales se han realizado todas las operaciones que tenían un carácter urgente.
También se reactivará de manera progresiva la actividad cotidiana en los centros de Atención Primaria, así como el calendario de vacunación infantil y la atención a pacientes ancianos, crónicos y de salud mental, al igual que las pruebas de laboratorio.
En esta fase de vuelta «escalonada» a la atención sanitaria habitual se continuarán aplicando las medidas de prevención del coronavirus como es el distanciamiento social y la protección de profesionales sanitarios, ha subrayado Carandell.
Fuster ha mostrado su agradecimiento a todos los profesionales sanitarios que están trabajando para hacer frente a esta crisis sanitaria: «Son auténticos héroes de esta batalla, en la que incluso ponen por delante su propia salud».
También ha resaltado el comportamiento cívico de la sociedad de Baleares y el cumplimiento del confinamiento, que ha sido una de las causas de que la incidencia de la COVID-19 haya sido mucho menor que en otras comunidades autónomas.
Fuster ha señalado que se ha logrado «cierta estabilidad» en el número de casos de coronavirus, si bien el Servicio de Salud mantendrá activo todo el operativo ideado, caso de los hoteles convertidos en hospitales en Mallorca, Menorca e Ibiza, para hacer frente a cualquier eventualidad.