El Consell de Mallorca aprobará el próximo martes por pleno (en una sesión telemática) el primer cambio en su presupuesto debido a la crisis que ha generado la COVID-19. Destinará más dinero al IMAS, a los Bombers y a la Direcció Insular d'Igualtat.
Concretamente, se movilizarán 4,97 millones de euros, de los cuales 4,47 serán para el IMAS, el organismo que ejecuta las políticas sociales del Consell. Con estos fondos, el IMAS podrá afrontar los gastos causados por el incremento de la actividad en las residencias, centros de menores, etcétera. Incluye también la compra de material de protección, la habilitación de los albergues de Son Pardo y Sant Ferran o la contratación de personal para prestar los nuevos servicios.
Los Bombers de Mallorca recibirán 200.000 euros, que también serán para material de protección, desinfección de instalaciones y provisión de fármacos. Los 290.000 euros para la Direcció Insular d'Igualtat irán al Casal Ariadna, que gestiona la atención a las víctimas de violencia machista.
De los casi 5 millones mencionados, 2,5 proceden del superávit que generó el Consell el año pasado. El resto, 2,47, procede de «un remanente de tesorería afectado que se devuelve al Consell por causas judiciales, a través de Fiscalía Anticorrupción». O sea, es dinero que la institución ha recuperado de casos de corrupción.
Ciudadanos expresó sus dudas sobre la modificación presupuestaria con dinero de la corrupción. La consellera insular Margalida Roig negó que este dinero se tenga que destinar al IMAS, tal y como defiende el Consell apelando a un acuerdo de 2017, y aseguró que en aquel pleno se aprobó que lo destinaría a las entidades del Tercer Sector, que colaboran con el IMAS pero que no son lo mismo. Además, no es un remanente «afectado», según Roig, que emplazó a Catalina Cladera a «sacar su vena poblera» y reclamar a Francina Armengol los 10 millones de euros de las ‘bestretes' que debía haber abonado este año y no hizo.