La periodista de Europa Press, Blanca Pou, que ha declarado este jueves como testigo ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) por el caso Móviles, ha asegurado que antes de que le requisaran su teléfono personal, dos ordenadores, un 'pendrive' y distinta documentación en papel pidió hablar con la asesoría jurídica de su empresa pero los agentes de la Policía se lo impidieron. «Esto es la ley», cuenta que le dijeron.
«La expresión que usé era que mi secreto profesional con esto quedaba en papel mojado. La secretaria judicial me dijo que mi secreto profesional pasaba a un segundo plano porque se estaba investigando un delito. Contra la policía no puedes competir», ha contado la periodista durante su declaración.
Por otra parte, también ha asegurado que uno de los agentes navegó en el menú de su dispositivo móvil. Según ha explicado, «accedió a la caja fuerte del teléfono».
Pou, junto a Kiko Mestre, fue afectada por la orden del juez Miguel Florit, que en diciembre de 2018, pidió a la Policía que se incautara de su terminal móvil para investigar el origen de una información periodística relacionada con el 'caso Cursach'.
Policías
Los policías que requisaron el teléfono móvil de la periodista de Europa Press Blanca Pou han admitido que ésta invocó el derecho al secreto profesional para no revelar a sus fuentes.
En la sesión de tarde del juicio del 'caso Móviles', que se celebra este jueves en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), han declarado los policías que intervinieron en el decomiso del móvil, dos ordenadores y otro material en la sede de Europa Press en Baleares y, sobre este aspecto, se han manifestado en un sentido similar.
Asimismo, ha declarado la delegada de Europa Press en Baleares, Antonia López, que estuvo presente en el registro a la sede de la compañía y ha relatado que los agentes se encerraron en su despacho con Pou, dejándola a ella fuera y sin explicar nada y que solo cuando ya llevaban un rato le dijeron qué estaba ocurriendo. De esta manera, ha dicho que habló con la central de Europa Press en Madrid, desde donde le recomendaron que no facilitaran el móvil y así lo trasladó a la secretaria judicial, a lo que esta le contestó: «Si os han dicho eso, os han asesorado mal».