La tesis doctoral de Aleix Bassolas en la UIB evalúa los factores que influyen en la movilidad y cómo la estructura de las ciudades afecta a la vida de sus habitantes. Bassolas ha utilizado las informaciones aportadas por las nuevas tecnologías a través de los teléfonos móviles, las geolocalizaciones de las redes sociales y los desplazamientos recogidos por Google Maps, siempre autorizados por los usuarios y sin recoger datos individualizados, sino únicamente agregados.
Bassolas explica que «el grueso del trabajo de la tesis no es tanto el tratamiento de datos, sino la realización de modelos a partir de éstos. A partir de aquí, he estudiado 170 ciudades del mundo, de más de un millón y medio de habitantes, para analizar su estructura de movilidad y su relación con el transporte público, las emisiones y los marcadores de salud».
Modelos
El doctor en Física pone dos modelos como ejemplos: «París es una ciudad jerárquica, con un centro más activo que ejerce una gran atracción sobre la movilidad. Por ello, el centro está muy bien cubierto por el transporte público. Por su parte, Los Angeles tiene una movilidad más complicada, sin un centro jerárquico tan claro, o varios centros a la vez, donde todo el mundo se desplaza de un punto a cualquier otro de la ciudad.
El transporte público es malo y, como consecuencia, todo el mundo coge el coche para desplazarse. De este modo, París registra menos emisiones per cápita que Los Angeles, pero ésta no es la peor ciudad estadounidense. Otras como Houston, Atlanta o Charlotte están todavía peor. En estas ciudades, nadie vive en el supuesto centro, un concepto que no tienen demasiado claro, o hay varios centros a la vez. También influye el hecho de que muchos habitantes de ciudades norteamericanas viven en una casa con jardín porque les aporta una calidad de vida en la que no les importa desplazarse a todas partes a través del coche privado».
Aunque la tesis no incluye a Palma, Bassolas señala que «responde a la ciudad europea tradicional con un centro jerárquico que ejerce una gran atracción y una red de transporte público muy radial. La Plaça d'Espanya está muy bien comunicada por el transporte público, pero la conexión entre las diferentes periferias es mala, muy complicada. Lo mismo ocurre con Mallorca, con Palma bien comunicada, aunque con un transporte público evidentemente mejorable, pero muchas dificultades de conexión entre las diferentes zonas de la Isla.
Está claro que en una línea de transporte público hay que tener en cuenta una mínima rentabilidad, pero también hay que ofrecer a la población posibilidades mínimamente razonables de movilidad».
Transporte público
Para el físico, «las ciudades tradicionales europeas se aproximarían más al ideal que las norteamericanas, saturadas de coches, con un transporte público complicado y donde la solución es añadir un carril más a las autopistas. La solución general pasa por un transporte público más eficiente que permita convencerte a ti mismo de que es mucho mejor dejar el coche».
Ubicación de las empresas
El trabajo de Aleix Bassoles permite crear diferentes modelos de movilidad: «En Palma podríamos crear modelos de lo que supondría construir un nuevo cinturón, restringir la circulación en el centro o implantar más líneas de transporte público. Se pueden crear modelos de cualquier iniciativa de movilidad. Y de ello también se pueden beneficiar las empresa privadas a la hora de decidir dónde ubicar sus negocios».