Un total de 370,7 millones de euros que se recaudarán este año en impuestos en Baleares terminarán invirtiéndose en otras comunidades autónomas. Es más de un millón de euros diarios o el equivalente a la recaudación de tres años de ecotasa. Las aportaciones a solidaridad es uno de los efectos negativos de un sistema de financiación cuya vigencia acabó en 2014, pero que sigue aplicándose cinco años después, ya que ninguno de los gobiernos que ha habido en estos años se ha atrevido a afrontar el desafío de la reforma.
El Consejo de Ministros aprobaba esta semana la cantidad provisional que recibirán las comunidades autónomas en concepto de financiación autonómica. Baleares recibirá un total de 2.864 millones, un 6,83 por ciento más que en 2019. Es la comunidad que más aumenta con respecto al año anterior.
El Govern ha conocido esta semana también el detalle de la cifra global presentada por el Ministerio: se desviarán 1.020 millones de euros de lo recaudado en las Islas al fondo de garantía y al fondo de suficiencia, que son los fondos que se destinan a solidaridad con otras comunidades.
En paralelo, las Islas recibirán 649,92 millones de euros del fondo de convergencia, que premia el dinamismo económico de las comunidades autónomas. La diferencia entre esos fondos, esos 370,7 millones, es lo que irá finalmente a otras regiones.
La cifra es muy elevada, pero la realidad es que representa un cambio de tendencia con respecto a lo que ha sucedido desde 2007: por primera vez desde ese año, la aportación de la Comunitat a solidaridad baja. El año pasado fueron 420 millones, por lo que Baleares ganará este año unos 50 millones adicionales.
Desde el Govern se insiste en que es urgente afrontar de una vez por todas la reforma de este sistema de financiación que distorsiona la realidad de la recaudación en las Islas. Baleares es, por detrás de Madrid, la segunda comunidad con una mayor recaudación fiscal per cápita, pero luego es la novena a la hora de recibir fondos del Gobierno central.
Ordinalidad
Esa es la razón por la que el Govern siempre ha reclamado que el nuevo sistema de financiación tenga en cuenta el principio de ordinalidad para que la segunda en recaudación no sea después la novena en ingresos. La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha reclamado esta misma semana que, además, se pueda aumentar la autonomía fiscal de las comunidades autónomas.