La intervención que Miquel Barceló realizará en la iglesia del antiguo monasterio de Bellpuig, en Artà, costará tres millones de euros. El Consell, el propietario del inmueble, aprobó ayer reservar esta cantidad en el presupuesto de 2020 para efectuar el pago.
Que Miquel Barceló haría una intervención artística en Bellpuig –la segunda en Mallorca, tras la realizada en la Capella del Santíssim de la Seu– ya se sabía. Lo que no se sabía es que el Consell abrió en abril un expediente para disponer del dinero necesario para financiarla.
La acción artística consistirá en una obra cerámica y será consensuada con los técnicos de Patrimoni a fin de mantener los valores del monasterio. El expediente destaca la vinculación de Barceló con Artà –compró una finca atraído por su paisaje e instaló allí un estudio– y recalca que el hecho de unir su obra con uno de los elementos patrimoniales más importantes del municipio es «una simbiosis destacable como lo fue en su momento la actuación en la Seu». Su proyecto podrá interpretarse «como una continuación de la obra realizada en la Catedral», asegura el Consell.
A pesar de la reserva de dinero, fuentes del Consell aseguran que la intervención de Barceló todavía está verde. No solo falta la aprobación de los técnicos de Patrimoni –el conjunto de Bellpuig está protegido como Bien de Interés Cultural–, sino que también hay que hallar la fórmula jurídica adecuada para contratar al pintor felanitxer. Además, probablemente se requerirá la intervención de los departamentos de Urbanisme y Mobilitat, ya que posiblemente se tendrá que habilitar un nuevo acceso al conjunto y construir un aparcamiento. El Consell es el propietario de Bellpuig gracias a una donación recibida en 1998.
Prioridades
La existencia de la partida de 3 millones la destapó la consellera de Ciudadanos Margalida Roig. Roig criticó que se hiciera la reserva de dinero cuando aun no se ha finalizado la rehabilitación del monasterio.
Asimismo, «sin entrar a valorar la obra de Bareló, que en cualquier caso posee un valor incuestionable, consideramos que no es el momento oportuno para hacer esta inversión», señaló en alusión a la deseceleración económica y al presupuesto «de contención» aprobado para 2020. La consellera de Cs defendió que «antes se tendría que haber invertido en los edificios del IMAS, el parque de bomberos de Santanyí o dar más dinero a los ayuntamientos». También cargó contra el ejecutivo del Consell por «haber ocultado una inversión de estas características, en lugar de explicarla públicamente».
Catalina Cladera
La presidenta del Consell, Catalina Cladera, aseguró durante el pleno que reclamará los 10 millones que el Govern tenía que pagarle en 2020 de las llamadas bestretes, un dinero correspondiente a una deuda histórica de la Comunitat Autònoma con la institución insular.
Cladera recordó que fue precisamente el ejecutivo de Armengol –del que ella era la consellera de Hisenda–, «y no la derecha», quien se propuso solucionar este tema. Asimismo, la presidenta señaló que la actual titular de Hisenda del Govern, Rosario Sánchez, ha manifestado que mantiene la intención de liquidar el pago y que no descarta hacerlo dentro del próximo año.