El colapso que provocan en los juzgados de lo Mercantil las miles de reclamaciones pendientes contra compañías aéreas lleva a que el TSJB se vea obligado a destinar más medios. La última Sala de Gobierno abordó la aprobación de dos comisiones de servicios para que dos magistrados se sumen a los mercantiles para resolver este tipo de demandas.
La medida implica que los magistrados de refuerzo tendrán que dictar en torno a una veintena de sentencias de reclamaciones a las compañías aéreas cada uno de los seis meses que dura. Se trata de resoluciones relativamente sencillas de procedimientos verbales en los que no es necesario que los pasajeros se personen en el juzgado con abogado y procurador. En Baleares quedan pendientes en torno a 9.000 de estas reclamaciones a las compañías aéreas. La inmensa mayoría se refieren a retrasos en vuelos, cancelaciones imprevistas de vuelos o pérdidas de equipajes.
La saturación de los juzgados de lo Mercantil se ha producido en los últimos años: en 2013 apenas se presentaron 137 de estas demandas y el año pasado fueron 2.800. El aumento de las reclamaciones ha ido en aumento en primer lugar por la reticencia de las aerolíneas a indemnizar incluso por motivos por los que están obligadas legalmente. La primera respuesta de las compañías suele ser rechazar la reclamación y, hasta que se implante una instancia intermeida, a los pasajeros no les queda otra alternativa que acudir a los juzgados. Además de la política de las compañías, las quejas se multiplican por la actividad de páginas web que las canalizan y hacen que lleguen ante los juzgados de forma mucho más sencilla y generalizada.
La gran mayoría de las sentencias resuelven a favor de los pasajeros y, de hecho, en muchos de los procedimientos, las compañías aéreas ni siquiera llegan a comparecer, lo que provoca la existencia de varias sentencias en las que se les acusa de mala fe procesal y de abusar de este procedimiento. En la práctica, el motivo más habitual por el que se rechazan son defectos en la presentación de los recursos.
Las reclamaciones se rigen por distintas normativas europeas que fijan las cantidades con las que se indemniza a los pasajeros y que implican, por ejemplo, compensaciones de 250 euros en retrasos de más de tres horas en vuelos de menos de 1.500 kilómetros.
Sanción a Ryanair
Una de las reclamaciones pendientes de resolver en los juzgados de lo Mercantil de Palma se dirige contra Ryanair por cobrar 50 euros a un pasajero por imprimirle su billete en papel cuando apenas había pagado seis euros por el pasaje. El afectado llevó también el caso ante la Conselleria de Consum que impuso una sanción administrativa a la aerolínea, si bien esta instancia no tiene capacidad para obligarle a devolver el dinero.