Més per Mallorca, con dos conselleries en el Ejecutivo balear, cuestionó este miércoles la «precipitación» con la que el Govern ha aceptado un retraso en la prohibición de los coches diesel en 2025, una de las medidas estrella de la Llei del Canvi Climàtic, aprobada la pasada legislatura.
Este desmarque no alcanza a ser una crisis aunque sí provoca cierta incomodidad y es un ejemplo de cómo Més per Mallorca marca su perfil dentro del Govern. Un Govern que, este jueves mismo, celebra una reunión extraordinaria fuera del Consolat de Mar para definir objetivos y «marcar la agenda» de la legislatura. Es una reunión que, en principio, estaba pensada para conectar su estrategia con la llamada ‘Agenda 2030'.
Esta agenda alude a las actuaciones relacionadas precisamente con la transición energética y la lucha contra el cambio climático.
Sin aludir a la reunión de este jueves, el portavoz parlamentario adjunto de Més per Mallorca, Josep Ferrà, dijo este miércoles que el compromiso adquirido con el Gobierno en funciones «no garantiza» la aprobación de esta ley antes de 2025. En este sentido, ha considerado que el Govern se ha «precipitado».
También Més per Menorca (que no forma parte del Govern) se desmarcó. Podemos, que lleva el área energética del Govern, quitó hierro al asunto. Según el portavoz parlamentario, Alejandro López, era la única manera de evitar un recurso de insconstitucionalidad contra la Llei del Canvi Climàtic.
Baleares obtuvo el compromiso de que cuando se apruebe la ley estatal de Transición Energética se dejará en manos del Govern la posibilidad de decidir si se adelanta la limitación del diésel a 2025.
También se expresó la portavoz socialista Silvia Cano. Desde la Conselleria de Transició Energètica que dirige Juan Pedro Yllanes se aseguró a este diario que esa era la única razón y que Baleares siempre podrá definir su propio calendario si se consigue una mayoría estable. Es previsible que este asunto se aborde hoy en la reunión extraordinaria del Govern.