Los grupos parlamentarios PP y Vox han exigido este miércoles que «la retirada inmediata» del lazo amarillo que colocó Més per Mallorca en la fachada del Parlament en apoyo a los políticos independentistas catalanes encarcelados ya que, según ha explicado el portavoz del PP, Toni Costa, «es ilegal mantenerlo porque ya se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la convocatoria de nuevas elecciones generales».
En declaraciones a los medios tras la junta de Portavoces, Costa ha concretado que el diputado 'popular' Juan Manuel de la Fuente así se lo ha solicitado al presidente del Parlament, Vicenç Thomas. «Siempre hemos defendido que esta institución pública tiene que ser neutral y a día de hoy no lo está siendo», ha criticado Costa y, el portavoz de Vox, Sergio Rodríguez, ha esperado, por su parte, que la «Junta Electoral proceda como lo hizo la última vez».
Sobre ello, el portavoz de Més per Mallorca, Miquel Ensenyat, ha dicho que, por el momento, «nadie les ha dicho nada» y ha añadido que «comprende que les moleste» pero que lo tienen colgado «precisamente para que se vea» en apoyo a los políticos encarcelados «que están encerrados sin un juicio, mientras hay otros que se pasean cada semana haciendo un voluntariado».
La portavoz del PSIB en el Parlament, Sílvia Cano, ha dicho que «no les ofende ni les deja de ofender» la presencia del lazo, si bien ha abogado por plantearse hacer una normativa comparada con otros Parlaments que «regule los usos exteriores de la institución».
Asimismo, ha dejado claro que la libertad de expresión entre los miembros de la Cámara «está siempre garantizada». «Veremos si vale la pena regularlo, desde la idea de neutralidad del Parlament y que tiene que representar a toda la ciudadanía», ha matizado.
Cabe recordar que Cs también solicitó en septiembre la retirada «inmediata» del lazo amarillo y, según informó la formación en un comunicado, la solicitud se realizó mediante escrito dirigido a la Mesa del Parlament.
El portavoz del partido, Marc Pérez-Ribas, manifestó que «se trata de un símbolo partidista cuya simbología atenta contra la neutralidad y respeto a la institución que representa a todos los ciudadanos