La producción global de residuos en Mallorca bajó en junio de este año un 2,8 por ciento respecto al mismo mes de 2018. La recogida de residuos reciclables se incrementó de forma notable, pero la fracción no reutilizable (la que se incinera) bajó casi un 5 por ciento. Este dato es interpretado como una prueba de la ralentización de la economía.
Según los datos facilitados por Tirme, la recogida de papel y cartón subió 5,9 por ciento y la de envases un 10,9 por ciento. No obstante, la fracción que experimentó la mayor subida fue la de orgánica: un 17,9 por ciento. Ello se debe a la instauración de la recogida de este tipo de residuos en algunos barrios de Palma, y se prevé que crezca más en los próximos años, a medida que este sistema se implemente en el resto de barriadas de la ciudad.
Solo bajaron dos fracciones: la de vidrio, que experimentó un descenso del 4 por ciento, y la de resto, que son los residuos que van a la incineradora, en un 4,9 por ciento. Globalmente, la producción de residuos ha descendido un 2,8 por ciento.
Fuentes de Tirme, la empresa que gestiona el tratamiento de residuos en Mallorca, atribuyen este descenso a la bajada de la economía y recuerdan que hay otros indicadores que también apuntan en esta dirección, como por ejemplo la demanda eléctrica.
Desde el ámbito turístico (uno de los principales generadores de residuos) se ha señalado también que la recuperación de destinos que compiten con Mallorca, como Egipto o Turquía, han frenado el crecimiento que la actividad económica había experimentado los últimos años.
Los datos del primer semestre de 2018 también indican que la producción de residuos ha disminuido, aunque es prácticamente inapreciable. Concretamente, se ha pasado de 417.936 toneladas de residuos recogidas en los primeros seis meses de 2018 a 416.880 en 2019 (en este caso se incluyen los residuos de obras y los neumáticos). Desglosado por fracciones, han aumentado la de papel y cartón (un 12,1 por ciento), la de envases (un 16,2 por ciento) y la de orgánica (un 21,3 por ciento). En cambio, las fracciones de vidrio y resto han bajado un 2,3 y un 2,9 por ciento, respectivamente.
Al margen del impacto de la frenada en la economía en la recogida de residuos, se debe destacar el incremento de la recogida de fracciones reciclables (todas salvo el vidrio) y el descenso del resto. Las políticas medioambientales persiguen precisamente este objetivo: más reciclaje y menos incineración. Hay que recordar que el Plan director de residuos de Mallorca contempla el cierre de una incineradora, pero no ofrece una fecha concreta.