El coraje de Fani Coll hizo que su hija Fanita Martín, diagnosticada de inteligencia límite –edad mental de doce años para toda la vida– cuando contaba con tan solo ocho años, saliera adelante y consiguiera sus sueños. Y es que, a sus 42 años, Fanita ha conseguido dedicarse a la sanidad y es técnico auxiliar de clínica en el Hospital Comarcal de Inca desde hace trece años, se ha sacado el carné de conducir y lleva una vida normal en un piso tutelado.
Ahora, después de una larga lucha, con sus luces y sus sombras, por lograr un mundo inclusivo para su hija, Fani Coll quiere ayudar a otras familias que pasan por la situación que pasó ella hace más de 30 años: el diagnóstico de una discapacidad intelectual en un menor. ¿Cómo? Con el proyecto Manual para padres desesperados. La intención de la madre es «sacar el dolor de todo lo que hemos pasado a lo largo de estos años con Fanita, que florezca y que sirva para ayudar a otras familias».
La iniciativa cuenta con el apoyo de IB-Salut, quien a través de Quim García de Castrillón, técnico de implantación de programas de la oficina de salud mental OSIM, y de Ángela Tumbarello, responsable del departamento de Responsabilidad Social Corporativa de IB-Salut, trasladaron la idea al grupo de trabajo de Salut Mental, formado a raíz del nuevo Plan Estratégico.
«La idea es contar mi historia, y añadir indicaciones de expertos, como psicólogos, psiquiatras, neurólogos, terapeutas ocupacionales... que vayan aportando ideas para mejorar el desarrollo de los menores y corrigiendo errores que pude tener», asegura Coll. Por su parte, García de Castrillón apunta que, además del testimonio de los expertos, se intentará contar con diversas asociaciones de personas con discapacidad para que aporten su punto de vista.
Ángela Tumbarello explica además que «se introduciría una lista de recursos públicos para el colectivo de personas con discapacidad para que la gente sepa a qué tiene derecho, ya que hay mucho desconocimiento».