«A pesar de las reformas, nuestro sistema judicial no solucionará el problema de la violencia de género». El magistrado Carlos Izquierdo tomó posesión este lunes de su plaza como miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Baleares con un análisis del Pacto de Estado sobre Violencia de Género y cómo orientar la política criminal. En su intervención, apuntó una serie de riesgos a partir del énfasis del acuerdo político en expandir la persecución penal: «Las modificaciones legales no pueden aplicarse sin medios y esta falta de medios resta eficacia a nuestro sistema penal».
Izquierdo, titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Palma criticó un modo «compulsivo y oportunista de legislar» y advirtió sobre el «populismo punitivo» de imponer sanciones más duras «con el objetivo apresurado de acallar una demanda social».
También aludió al riesgo de instrumentalización de las víctimas al ofrecerlas «un derecho de satisfacción a través de la pena». Entre las medidas del pacto planteó que el principal problema que se le plantea a los legisladores es cómo afrontar la dispensa de las víctimas a declarar contra sus parejas o exparejas. Esa posibilidad hace que en muchas ocasiones los procesos se sobresean por falta de pruebas. El magistrado plantea mejorar el asesoramiento y dar un entorno seguro a la víctima frente a la propuesta de retirar la dispensa y obligarlas a declarar: «Las que no quieran hacerlo acabarán prestando un testimonio de complaciencia o mendaz. La víctima terminaría sufriendo la persecución para ella por un delito de falso testimonio lo que resultaría completamente aberrante».
Mostró su opinión favorable a otras medidas como la aplicación del agravante de género a más casos pero no a otras medidas que contempla el pacto como incluir la prohibición de uso de redes sociales en determinados casos. A su juicio provocaría la comisión de numerosos quebrantamientos, castigados con cárcel, por parte en especial de jóvenes. El discurso de Izquierdo fue contestado por la catedrática de la UIB Isabel Tapia Fernández. También intervino el presidente de la Academia, Gabriel Socias.