La utilización de un lenguaje no sexista, la conveniencia o no de utilizar el masculino como genérico; la oportunidad de desdoblar expresiones, o si género y sexo son equivalentes a la hora de redactar ha sido el asunto que más controversia ha suscitado durante la elaboración del nuevo Libro de Estilo del Govern de les Illes que, este martes, se presentó en un acto interno y selectivo y que –próximamente– será objeto de otra presentación más abierta.
El Libro de Estilo, que parte de la base de que «el catalán es la lengua propia de la comunidad autónoma» (en minúscula, cuando se refiere al nombre de Baleares) y también del Govern y las entidades que integran las administración instrumental (también en minúscula) señala que a la hora de acometer la no discriminación por razón de sexo en el lenguaje, se ha topado con «tres enfoques diferentes» que el manual recoge a modo de inventario para luego proceder a una síntesis que le lleva a apostar por un «conjunto de pautas» que derivan en un lenguaje «neutro, respetuoso y no discriminatorio».
El Institut Balear de la Dona, los organismos académicos como la UIB o el Institut d'Estudis Catalans (IEC) y el Consell Consultiu han expresado posiciones diferentes, que se detalla el libro.
Tras analizar las posibilidades, e igual que ha sucedido en el debate centrado en la lengua castellana, el Ejecutivo concluye que es «gramáticamente incuestionable» el veredicto académico; opta por la «conciliación» y aconseja «palabras genéricas», aludir a «consellers» y conselleras» pero evitando el artículo» y rechaza el femenino como genérico.
Aunque entiende que se puede utilizar «personas» en algunos supuestos, no así los sustantivos como adjetivos. Ejemplo, y cita expresamente, no se acepta «persona abogada» ni similar.
El manual está coordinado por Francesca Hernández Terrasa, jefa de planificación lingüística del Servei de Salut.