La Policía Local de Palma recibió el pasado 16 de enero la denuncia de Esperanza, una madre que aseguró que habían atado los pies de su hijo a una silla en el comedor de la escuela.
Los hechos ocurrieron en el Colegio Son Quint, situado en el barrio de Son Rapinya, y debido a las quejas, varios progenitores han alzado la voz sobre otros supuestos abusos en el colegio.
Esperanza explica que «yo me enteré de lo ocurrido al día siguiente, cuando mi hijo lloraba porque no quería ir al colegio». La madre preguntó a su hijo y fue entonces cuando el pequeño de nueve años, confesó el incidente del día anterior.
Según Esperanza, su hijo Daniel estaba en el comedor del colegio con las piernas cruzadas, y una profesora le ató las piernas con una cuerda durante la comida, a pesar de que el niño pidió que se le soltase. Esta versión la corroboraron tres hermanas del afectado, de 10, 12 y 13 años.
La madre explicó que «cuando fui a hablar con la directora, primero me reconoció los hechos y luego dijo todo era mentira». Esperanza aseguró que «también se me advirtió de que si yo denunciaba el hecho tomarían represalias contra mis hijos»
Por su parte, fuentes de la Conselleria d'Educació explicaron que «en el centro se registró un conflicto de comportamiento con uno de los alumnos en el comedor y una monitora decidió atar una pierna del niño con un hilo de lana, con el aviso de que si se tranquilizaba, lo desataría». Las mismas fuentes señalaron que Inspecció Educativa ha realizado sus averiguaciones al respecto en el propio centro.