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Honor y respeto al último rabino mallorquín

Rosa Planas, Josep Maria Molina, Llorenç Carrió, Dolors Forteza-Rei y Jaqueline Tobias con el libro biográfico. | M. À. Cañellas

| Palma |

La presentación este jueves en la sinagoga de Palma del libro ‘Rabí Simó ben Tsémakh Duran. Florirà frondosa la branca', editado por Cort, reunió a representantes de diferentes organizaciones judías o defensoras de este legado en Mallorca. Fue un homenaje a Simó Duran, un intelectual de primera línea de los siglos XIV y XV que es estudiado en todo el mundo hebraico, «pero muy poco conocido en Mallorca», afirmó el concejal de Cultura, Llorenç Carrió. Fue el último rabino legal de Palma. Fue expulsado en 1391 cuando tenía 30 años.

El libro ha sido escrito por Neil Manel Frau-Cortès, de origen mallorquín y profesor en Estados Unidos, por lo que no pudo acudir a la presentación.

El acto fue presidido por Llorenç Carrió junto al presidente de la asociación judía de Mallorca, Josep Maria Molina (Ari Girondí) y la escritora e investigadora Rosa Planas, que glosó la figura de Duran y reclamó que se le declarase hijo ilustre de Palma y se le dedicase una calle. También recitó un poema de Duran en hebreo y catalán que termina con la palabra paz.

Planas reivindicó la figura de Efraïm Vidal, maestro de Duran y víctima del progrom de 1391. La investigadora destacó la «añoranza» que sentía el rabino Simó de la isla durante su estancia en el norte de África, donde llegó a ser máxima autoridad hasta su fallecimiento cuando tenía casi ochenta años. Su hijo Salomó Duran le sucedió, cultivando su legado intelectual.

Planas recordó que Simó Duran compaginó sus grandes conocimientos filosóficos, religiosos y jurídicos con el ejercicio de la medicina.

También recordó la defensa de sus creencias que hace Duran en su obra: «La creencia fundamental que separa el judaísmo de las otras religiones monoteístas es la afirmación de que la Torá (base del Antiguo Testamento) no ha caducado ni lo hará nunca».

Por su parte, Carrió reivindicó la figura del «último rabino mallorquín de Palma no clandestino», calificando la publicación del libro de «acto de reparación y justicia». Carrió mostró su gran respecto hacia la idiosincrasia judía al recordar una frase del escritor Stephan Sweig, el cual afirmó que «el pueblo judío tiene tal respeto por la cultura que cualquier padre entregaría antes a su hija a un intelectual pobre que a un comerciante rico».

Al acto asistieron políticos como Aina Aguiló; profesores e intelectuales como Román Piña y escritores como Miquel Segura. El profesor Piña intervino en la preguntas para evocar la figura del poeta Marian Aguiló i Fuster (1825-1897), que ya obtuvo un notable reconocimiento en su época. También acudieron Jaqueline Tobias, de la asociación de amistad con Israel y Dolors Forteza-Rei, de Memòria i Carrer.

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