La temperatura del agua, que en estas fechas tendría que estar más fría, es la responsable de que en los mercados apenas se encuentre jonquillo estos días, y el poco que hay procede de San Pedro del Pinatar (Murcia) y Blanes (Girona). Antoni Grau, jefe de recursos marinos de la Dirección General de Pesca del Govern, restó este jueves importancia al hecho, y aseguró que en cuanto el agua esté más fría, volverán las capturas. Lo cierto es que la escasez de este minúsculo pescado está provocando que se esté vendiendo entre 65 y 68 euros el kilo, un precio elevado, pero inferior a los 80 euros que llegó a alcanzar en Navidad.
El jonquillo -aphia minuta-, también conocido como llengueta, es un pez que no llega a superar los 5 centímetros de adulto y que vive sólo un año. Transparente y de un tono ligeramente rosado, su pesca se abrió el pasado diciembre y finalizará a finales del próximo mes de abril.
En Balears 40 barcos se han inscrito este año en la campaña de esta modalidad de pesca, aunque debido a la escasez no todos faenan con esta especie. Las bahías de Alcúdia y Pollença son los lugares donde es habitual su captura, en Andratx suelen ser de un 20% de jonquillo y el 80% restante cabotí, mientras que éste último pescado se da más en la zona de Palma.
El cabotí o rosetí -pseudaphya ferren- alcanza los 6 centímetros. Aunque puede llevar a confundirlo con el jonquillo, lo cierto es que las diferencias entre ambos pescados son notables. El cabotí es de color rojizo, de sabor menos fino y al tener la cabeza más dura cruje ligeramente en boca. Todo ello se traduce en que su precio sea mucho menor. Este jueves se vendía entre los 16 y los 18,50 euros el kilo, y el mezclado a 49.
El cabotí se podía encontrar este jueves en abundancia en el mercado del Olivar. En algunos puestos intentaban incentivar su compra asegurando a los posibles clientes ‘no fa crec-crec'.
El jonquillo es muy popular en la gastronomía de Mallorca, utilizándose en recetas como las raoles o en sabrosas cocas de verdura.