Hoteles boutique de Palma se han visto obligados a tomar la decisión drástica de bajar precios en los próximos meses por la caída progresiva de la ocupación, lo cual rompe una tendencia alcista que se inició hace cinco años. El presidente de la Asociación hotelera de Palma y Cala Mayor, Javier Vich, afirma que «el incremento de la oferta de plazas no ha conllevado un incremento de la demanda y ello obliga a aplicar una dinámica comercial con precios a la baja».
Vich añade que es la primera vez que las empresas propietarias de hoteles boutique adoptan esta medida: «Hay mucha competencia y es lógico que para paliar la bajada de reservas y ocupación se adopten políticas comerciales para romper la actual tendencia, que se acentuará en los meses invernales».
Precios
El aumento de la oferta, ya que en estos momentos hay operativos unos 25 hoteles y hay previstos otros cuatro más a lo largo de este año y 2019, no se ha visto correspondido con un incremento de la demanda, principalmente extranjera.
Los empresarios reconocen que el nivel de precios que impera en Palma es alto, ya que una habitación puede costar por noche entre 120 euros y 500 euros, pero insisten en que hasta la fecha «había mercado que estaba dispuesto a pagarlos, lo que ha canalizado a la ciudad un segmento turístico y vacacional de alto poder adquisitivo procedente de los países europeos».
En consecuencia, ante esta situación consideran que debe imperar una contención de precios, «que tendrá que ser adoptada por cada hotel según sus niveles de ocupación y volumen de negocio», puntualiza Vich.
La evolución de precios y ocupación en el último año, según los empresarios, ha puesto de manifiesto que se ha producido un punto de inflexión en toda la oferta hotelera urbana de Palma.