MÉS per Mallorca ha reclamado a la Delegación del Gobierno que promueva un acuerdo con los municipios de Baleares para fijar un protocolo de actuación para coordinar el control, la inspección y las sanciones a los llamados «party boats», contra los que denuncian que existe «indefensión» en la actualidad.
«Necesitamos un protocolo de actuación para inspeccionar y para evitar la indefensión de quienes nos visitan y de quienes residen en las islas», ha reclamado la diputada de MÉS per Mallorca Joana Aina Campomar sobre las embarcaciones que realizan excursiones recreativas, en una rueda de prensa en el Parlament, donde el partido ha registrado una proposición no de ley en este sentido.
El protocolo busca que las administraciones se coordinen por la actual concurrencia de competencias estatales y municipales, ya que los ayuntamientos regulan los mapas de ruido para evitar la contaminación acústica pero no pueden actuar en el mar.
Piden además que se cree una comisión técnica que sería la que determinaría los niveles sonoros autorizados, cómo medirlos, cómo realizar las inspecciones y quién sanciona.
Campomar ha recalcado que esta actividad ha ido en aumento en los últimos diez años de manera que ha pasado de ser puntual a algo muy frecuente que cada vez da lugar a más quejas vecinales.
La concejala de MÉS per Palma, Neus Truyol, ha agradecido la iniciativa parlamentaria y ha detallado que en Palma, solo este verano, ha habido al menos una docena de casos en los que embarcaciones han generado quejas por ruido.
Truyol cree importante que haya voluntad de combatir esta actividad. «Consideramos las 'party boats' uno de los símbolos de un mal modelo turístico», ha dicho sobre estas excursiones que ha descrito como «sol y borrachera en mitad del mar», con repercusiones negativas desde el punto de vista económico y vecinal.